Entre los diversos métodos que existen de estafa y engaños está el de los llamados extorsivos. Esta modalidad consiste en comunicarse con una persona y hacerles creer que tienen un familiar secuestrado.
Todo es virtual. Juegan con el miedo de las personas. El método genera un pánico tal, que las personas perjudicadas entregan lo poco que tienen con tal de salvar la vida de sus familiares, sin saber que les están mintiendo. Un televisor, un reproductor de DVD y sumas que van desde los mil hasta los diez mil pesos son algunos de los botines que se llevan los extorsionadores. En algunos casos llaman desde la cárcel y piden los números de las tarjetas con crédito telefónico.
Perfil.com habló con el comisario inspector Papa, de la comisaría 7º de San Isidro, para saber cómo detectar estos mecanismos y de qué manera evitarlos para no entrar en el juego de los ladrones.
Papa recomienda que se trate de “interrumpir de inmediato la llamada”. “Ellos juegan con el miedo y todo se basa en no dejar que la víctima corte”, explica el comisario. En general hablan con personas mayores.
El modus operandi consiste en inventar que llaman desde un hospital para avisar que un hijo (la mayoría de los casos) tuvo un accidente y de esa manera obtienen algunos datos. Luego de una charla breve comienza la extorsión: “Mirá, en verdad, a tu hijo lo tenemos secuestrado. Si cortás lo matamos”, arrancan.
Hay que cortar la llamada de inmediato así se chequea que lo que están diciendo es cierto. En su defecto se puede pedir a alguien que esté cerca que corrobore si la amenaza es una mentira.
La víctima puede ser cualquiera, pero en general, los extorsionadores, eligen personas mayores, de más de 60 años, y si es posible, que estén solas.