El Tribunal Oral N°5 condenó hoy a 13 años de prisión a Juan Manuel Correa y Luis Sillerico Condorí, por el delito de "estrago doloso seguido de muerte y reducción a la servidumbre", tras la muerte de cinco niños y una embarazada en el incendio de un taller clandestino del barrio porteño de Flores en 2006.
Al dictar sentencia, el tribunal también ordenó tomar testimonios para determinar la eventual responsabilidad de funcionarios del gobierno porteño en la habilitación del taller, asi como también de los dueños de las marcas y de la propiedad del taller: Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler.
Juan Manuel Correa, uno de los imputados, explicó que nunca imaginó una tragedia de esta magnitud y sostuvo –ante los jueces Adrián Pérez Lance, Rafael Alejandro Oliden y Fátima Ruiz López– que abandonó la actividad comercial textil después de aquel episodio. "Yo no reduje (a la servidumbre) a nadie", señaló.
El otro acusado, Luis Sillerico Condori, recordó que su propia familia vivía en el edificio siniestrado, por lo que también sus hijos pudieron haber sido víctimas de la tragedia.
En los alegatos, el fiscal Fabián Céliz pidió 13 años de prisión. La querella, en cambio, acusó a ambos imputados por "estrago doloso seguido de muerte y reducción a la servidumbre, y pidió penas de 20 años de prisión. Por su parte, los abogados defensores reclamaron la absolución.
Tragedia. En el juicio se determinó las responsabilidades por el incendio ocurrido el 30 de marzo de 2006 en un taller de costura situado en Luis Viale 1271. Allí murieron Juana Vilca (de 25 años), Wilfredo Quispe Mendoza (15), Elías Carbajal Quispe (10), Luis Quispe (4), Rodrigo Quispe Carvajal (4) y Harry Rodríguez (3).
En el taller textil estaba habilitado para cinco operarios pero donde vivían y trabajaban unas 60 personas. Había 37 máquinas de costura ocupadas por "personas que trabajan en el lugar cumpliendo tareas desde las 8 hasta las 20 y que también vivían en el lugar y percibían entre 0,70 y 1,20 pesos por cada pantalón que confeccionaban".