Tal como lo había solicitado el fiscal del caso, la Justicia de La Plata condenó a reclusión perpetua a cinco de los siete acusados de atacar a Carolina Píparo en 2010 en una salidera bancaria. Por el ataque, Píparo fue internada en grave estado, ante lo cual se le indujo el parto. Isidro, su hijo, murió días después de haber nacido, por la gravedad de las heridas sufridas en el asalto.
Luego de tres años del ataque, y a más de dos meses de juicio, por el que desfilaron cientos de testigos, los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr condenaron a prisión perpetua a Carlos Moreno, señalado por Píparo como autor del disparo, a Miguel "Pimienta" Silva, Luciano López, Carlos Jordán Juárez, Juan y Manuel Calvimonte, como partícipes del asalto.
El fallo resolvió que se trató de un homicidio, por la muerte de Isidro, el hijo de Píparo, que nació por cesárea tras el ataque, y murió como consecuencia del disparo que recibió su madre.
En cambio, fueron absueltos Carlos Burgos (que llegó al juicio imputado como el autor material, pero su situación se revirtió cuando Píparo señaló como el tirador a Moreno), y Augusto Claramonte, presunto partícipe del asalto.
Antes de conocerse el veredicto, Píparo contó que se encontraba "muy nerviosa" ante la inminente sentencia y se esperanzó con que reciban "la condena que merecen", mientras que su abogado Fernando Burlando, reclamó "un fallo que sea un ejemplo" y que "caiga todo el rigor la Justicia" sobre los imputados.
Los condenados fueron hallados a culpables de "asociación ilícita, robo doblemente calificado en concurso real con homicidio triplemente calificado por haber sido perpetrado con alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa en grado de tentativa".
Píparo fue atacada el 29 de julio de 2010 cuando retiró dinero de una sucursal del Banco Santander Río de La Plata y fue baleada en el rostro, lo que motivó que le realizaran una cesárea de emergencia. Su bebé, Isidro, murió a los pocos días por el disparo que recibió su madre.
