Un agente de la Prefectura Naval fue condenado ayer a 14 años de prisión, al ser hallado culpable de matar de un balazo a Damián Rosende, un estudiante de 18 años, en un episodio ocurrido en un colectivo de línea en el partido bonaerense de Avellaneda en abril de 2003.
La pena por "homicidio simple" fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal 8 de Lomas de Zamora y recayó en el ayudante principal de la Prefectura Naval Argentina (PNA) Bernardino Luque.
El hecho ocurrió el 11 de abril de 2003 por la mañana, cuando Rosende tomó en la ciudad de Quilmes un colectivo de la línea 159 para ir a estudiar a la Universidad de Buenos Aires (UBA). Cuando el colectivo llegó a Debenedetti y Cortés, en Dock Sud, partido de Avellaneda, subieron dos adolescentes de 17 años.
Uno de ellos se sentó adelante de Rosende -que iba dormido- y el otro amenazó al chofer y a los pasajeros con una pistola. Entre el pasaje estaban Luque y un agente de la Policía Federal. Entonces, los efectivos atacaron a balazos a los ladrones pero una de las balas dio en la cabeza de Rosende, que murió en el acto, según el informe oficial. Las pericias indicaron que la bala homicida partió del arma de Luque.
El fiscal Guillermo Morlacchi pidió una pena de 16 años por "homicidio agravado por dolo eventual", la familia de Rosende reclamó 18 años por "homicidio simple" y la defensa solicitó la absolución o, en todo caso, una condena por "homicidio culposo". Los padres de Damián Rosende denunciaron siempre que se trató de un caso de "gatillo fácil". En ese marco, hubo testigos que declararon que los efectivos nunca dieron la voz de alto al disparar sus armas.
Finalmente se dispuso el juicio con Luque como único acusado, quien llegó al proceso en libertad y ayer fue condenado por "homicidio simple", agravado por el uso de armas de fuego. Tras el fallo, hubo aplausos y muestras de emoción de los familiares y allegados de la víctima.
La madre del joven asesinado, Liliana Cerviño, dijo entre llantos que "me voy en paz porque este tribunal trabajó impecablemente, hizo lo que está previsto en las leyes de la Argentina, si hubiera otras leyes las hubiera aplicado, estas son las leyes que tenemos".
"Agradezco a los jueces, a los familiares de víctimas que nos acompañan siempre; acá está Damián", dijo la mujer, mostrando una cadena de su hijo.
"Esta es la cadena que le sacaron cuando lo mataron, ahora vamos a estar un poco mas en paz, gracias a todos, y sepan todos los vecinos del barrio La Saladita que Damián no estaba robando, era un estudiante, somos una familia decente", exclamó.
En la audiencia final también estuvo el sacerdote quilmeño Luis Farinello, quien recordó con cariño a Damián y sostuvo que "no se puede sacar un arma y tirar en un colectivo entre tanta gente, hay que ser responsable".
Fuente: DYN