El abogado Julio Beley, defensor del único detenido por el asesinato de cuatro mujeres en La Plata, desacreditó este martes el testimonio del remisero que dijo haber visto a Osvaldo Martínez en la casa de las víctimas cuando llevó a una de ellas hasta el lugar, y no descartó que haya tenido "algo que ver" con el hecho.
"¿Y si el remisero tendría algo que ver?", deslizó el letrado cuando se le preguntó qué razón podría tener el hombre para mentir respecto del episodio sucedido en la medianoche del domingo en la casa de la calle 28, entre 41 y 42, donde fueron asesinadas Bárbara Santos (29), su hija Micaela Galli (11), su madre Susana de Bártole (63) y su amiga Marisol Pereyra (35).
En declaraciones a radio Mitre y el canal TN, Beley sostuvo que "la declaración del testigo" en la sede judicial "no dio como circunstancia que haya reconocido a la persona" que le abrió la puerta a Pereyra cuando llegó, y advirtió que "no es la primera vez que un taxista o un remisero se convierte en la estrella" de la causa.
Además, señaló que "no está acreditado en la causa" que su defendido y Santos mantuvieran una relación "tortuosa" y reiteró que "nunca le puso una mano encima" y "la única discusión" que mantuvieron "fue en MSN", en el chat de Hotmail por Internet.
Ayer, Martínez, un karateca de 27 años, negó ante el juez de Garantías Guillermo Atencio la autoría del cuádruple homicidio y dijo que estaba durmiendo en su vivienda, en Melchor Romero, cuando sucedió el episodio. "El último momento que estuvo (en la casa de las mujeres) fue cerca del mediodía, y no estuvo esa noche", indicó Beley.
El abogado mencionó que el Fiat Uno de color blanco que habría sido visto enfrente del domicilio de Santos en la noche de los asesinatos "tranquilamente puede ser el auto de la vecina" que vive enfrente y no el de Martínez. Ratificó que el detenido está "muy shockeado porque no entiende lo que está pasando" y afirmó que analizarán las cámaras de seguridad de la ciudad "para demostrar que Martínez no fue a la casa" de las víctimas.
También repitió que las dos lesiones que tiene el imputado en los brazos corresponden a una extracción de sangre en la petroquímica donde trabaja Martínez y a un rasguño que supuestamente le provocó la perra que tiene en su casa cuando estaban "jugando".