Celina, dueña de la quinta de Moreno donde se hizo la fiesta Proyecto XXX, que terminó con la muerte de un joven de 19 años, fue amenazada mientras daba una entrevista donde relataba los hechos. "Vamos a volver", le gritó un grupo de chicos que pasaron en un colectivo y formaban parte del cortejo fúnebre del adolescente fallecido.
A su vez, la mujer denunció haber sido "engañada", al asegurar que alquiló el lugar para un evento de "100, 150 personas", pero "había 500 adentro y 600 afuera".
La propietaria del predio hizo hincapié en que dentro del lugar "no murió nadie" y que los efectivos policiales tiraron balas de goma para dispersar a los asistentes, quienes "salieron todos caminando" de allí, según consignó la agencia DyN.
"Uno de los chicos del barrio me vino a decir que era su cumpleaños, pero como ya había pasado, el Día de la Primavera quería reunirse con sus amigos y de paso festejar su cumple. Le pregunté cuántos chicos querían venir, y me dijo entre 100 y 150", detalló Celina.
"Yo estuve de patovica en la puerta. Estuve 24 horas sin acostarme, estuve sentada, parada y cuando vi que vino más gente, más gente, me fui a poner candado con una llave gruesa para que no entraran más", explicó.
"Estoy triste y apenada por lo que pasó, pero acá no falleció nadie. De acá no salió muerto nadie. Acá se fueron caminando todos los chicos", concluyó la mujer.