La investigación por el asesinato de una joven en la fábrica en la que trabajaba tiene ya un detenido: su compañero de trabajo. Alarmado por las condiciones en que lo encontró, un remisero que llevó anoche hasta la terminal de Liniers denunció al sospechoso, porque lo vio nervioso y con varias heridas llamativas en la cara y en los brazos.
El detenido es Ever González, un ciudadano paraguayo de 20 años y compañero de trabajo de la víctima, Marisa Sotelo, de 25 años. Fue detenido anoche, alrededor de las 21.30, al llegar a la terminal de ómnibus de Concordia, Entre Ríos, cuando viajaba en un micro hacia Paraguay, donde presuntamente pensaba refugiarse de la Justicia, informaron fuentes policiales.
El comisario Fabio Perrone, a cargo de las investigaciones, contó que "se pudo dar con el sospechoso cuando trataba de fugarse del país gracias a la denuncia del remisero que anoche lo llevó desde su casa hasta la terminal de micros de Liniers y le pareció sospechosas las heridas que presentaba en la cara y los brazos", informó DyN.
Sergio, el remisero, contó esta mañana a los medios de prensa que le llamó la atención las heridas que tenía el joven "como rasguños en la cara, el cuello y los brazos" y al preguntarle cómo se las hizo, le indicó que al caerse de una escalera.
También indicó que "parecía estar muy apurado, debía tomar en forma urgente un ómnibus y tenía un bolso chico". El comisario explicó que González se encontraba hoy detenido en Entre Ríos aguardando los trámites para su traslado.
González sería el autor del crimen de Marisa Sotelo, cuyo cuerpo fue hallado ayer en el interior de la cámara séptica del baño de una fábrica de cerámicas, ubicada en la esquina de las calles Enrique Fermi y Carlos Octavio Bunge de la localidad bonaerense de El Palomar, partido de Morón, donde la víctima trabajaba como secretaria.
"La víctima, además de los golpes que presentaba en la cabeza y el cuerpo, tenía una bolsa de nylon colocada en la cabeza atada al cuello con un trozo de plástico", contó el comisario Perrone.
La joven Sotelo y el sospechoso fueron los dos únicos trabajadores que ayer a la mañana se presentaron en la fábrica para realizar horas extras. Vecinos del lugar explicaron que alrededor de las 13, como la chica no regreso a su casa, su mamá fue a buscarla y como nadie atendió el timbre comenzó a golpear la puerta de calle, sin éxito.
Acotaron además que "al no tener respuesta la mujer volvió a su casa y minutos después regresó a la fábrica con un familiar. Ambos, con una barreta, violentaron la puerta y al ingresar hallaron el cuerpo de Marisa sumergida en las aguas del pozo del baño, de casi dos metros de profundidad, que está en el fondo del terreno".
En la comisaría sexta de Morón, ubicada en la localidad de El Palomar, se instruyeron actuaciones por "homicidio".