El tiempo pasa y la verdad no llega. Sofía Herrera, aquella nena de 3 años que el 28 de septiembre de 2008 corría por un camping de Tierra del Fuego hasta que sus padres la perdieron de vista, continúa desaparecida. No hay pistas, no hay sospechosos, pero su familia guarda la esperanza de reencontrarse con ella.
Ayer fue un día especial: se cumplieron diez años de su misteriosa desaparición. Su dormitorio de la ciudad de Río Grande está intacto, como si el tiempo se hubiera detenido en aquel momento. Sus padres conservan los mismos juguetes.
La familia de Sofía sigue firme con la hipótesis inicial: que la nena fue secuestrada en el camping por un desconocido. Ellos sostienen que estuvieron en el lugar y el momento equivocado.
En las últimas horas el juez que investiga el caso ordenó nuevas medidas de prueba. Daniel Césari Hernández anticipó que las medidas incluyen el testimonio de personas que ya declararon en el expediente, y de otras que nunca fueron citadas, y que el objetivo es buscar indicios que “puedan haberse pasado” en los primeros tiempos de la investigación.
El magistrado reveló que su juzgado lleva adelante desde mediados de este año una “reevaluación completa” del caso y que las nuevas testimoniales forman parte de ese proceso.
También señaló que se evalúa enviar muestras de ADN de Sofía a distintos organismos nacionales de derechos humanos para facilitar las tareas de verificación de identidad.
Para el juez solo en el último año se debieron constatar 19 denuncias personales o anónimas que aseguraban haber visto a una niña parecida a Sofía en diferentes puntos del país.
Además, el titular del Juzgado Penal 1 de Río Grande precisó que la causa por la desaparición de la menor tiene más de 13 mil fojas en la actualidad, la mitad por el expediente principal, y el resto por los incidentes paralelos derivados de las denuncias que se reciben, mayoritariamente, a través del sitio web www.sofiaherrera.com.ar.
Ayer, los padres de Sofía encabezaron una concentración en el centro de la ciudad de Río Grande. Volvieron a pedir por la aparición con vida de su hija. Marcharon con una bandera blanca y azul que decía: “10 años sin Sofía”.
