Con el objetivo de frenar la ola de crímenes que sacude a la Villa 31 de Retiro, la Policía Federal (PFA) realizó en las últimas horas una serie de operativos en el interior del asentamiento y apresó a cinco presuntos integrantes de una de las organizaciones que pelean por el control del negocio de la droga.
Voceros policiales indicaron que los detenidos serían miembros de la banda de narcos paraguayos conocida como “Los Sampedranos”. En principio, los investigado por dos asesinatos y varios ataques a tiros que dejaron tres heridos.
Las detenciones fueron realizadas por personal de la División Investigación de Homicidios de la PFA. Los voceros explicaron que obtuvieron datos de los sospechosos después de realizar tareas de inteligencia. En total allanaron nueve objetivos -todos en el interior de la villa- y secuestraron una pistola calibre 45, dos teléfonos celulares y otros elementos de interés para la causa.
Los procedimientos fueron ordenados por el juez en lo Criminal y Correccional, Manuel de Campos, quien imputó a los detenidos por “homicidio y lesiones”.
En las últimas semanas, hubo al menos seis crímenes y varios ataques armados que dejaron víctimas inocentes, como el caso de una nena de 12 años fue herida de bala en una pierna.
Uno de los casos más resonantes fue el asesinato de un oficial de la Policía de la Ciudad. Rodrigo Irala, de 33 años, prestaba servicio en la Comisaría Vecinal 1E de Puerto Madero. Lo mataron el martes 3 de marzo a las 3 de la madrugada en la manzana 115.
Por esta seguidilla de crímenes y enfrentamientos armados, la fuerza porteña sumó más personal (hay efectivos del Departamento de Operaciones Urbanas de Contención Antidisturbios -DOUCAD-), redobló los rondines, y llevó a cabo varios operativos en los accesos con canes detectores de drogas.
La disputa es por el control del negocio de la droga. Los que pelean son dos bandos conformados por narcos de nacionalidades distintas: los paraguayos (conocidos como “Los Sampedranos”, porque sus principales miembros son originarios de la ciudad de San Pedro) y los peruanos (que responden a “El Loco” César). Hay pintadas y carteles que hablan de la guerra: “Peruano que pasa, peruano que muere”, se advierte en cercanías a las vías del ferrocarril.