Nahir Galarza, la joven de 19 años que se encuentra imputada y detenida luego de haber confesado que asesinó de dos balazos a su expareja, Fernando Pastorizzo, en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, fue protagonista años atrás un extraño episodio que cobra relevancia este miércoles por encontrarse en el centro de la polémica.
Cuando tenía 16 años, la adolescente estuvo todo un día desaparecida y cuando apareció relató que la drogaron y la subieron a un auto. Ese día causó una gran preocupación entre su familia porque durante 24 horas no había información sobre su paradero. En un clima de incertidumbre y desesperación, sus padres dieron aviso a la Policía.
Sin embargo, fue hallada sana y salva. Cuando la interrogaron acerca de qué le había ocurrido, la chica sostuvo que cuando salía de la escuela fue abordada y obligada a subir a un auto, en donde la drogaron y perdió el conocimiento. Como consecuencia de ello, no recordó nada hasta que por la noche despertó tirada en un terreno baldío por la zona norte de Gualeguaychú, según consignó el medio local El Día.
Galarza tenía pasto en el pelo y estaba un poco desalineada, pero nada que indicara que había sido víctima de algún delito sexual. El médico de Policía no constató lesiones ni marcas de ningún tipo sobre la piel y el fiscal que realizó la investigación no pudo acreditar la veracidad de lo denunciado; y el caso cayó rápidamente en el archivo.
Nunca se pudo comprobar nada de lo que la joven contó y todo quedó sujeto a que se trató de una mentira para cubrir una travesura, sin medir las consecuencias de lo que generó.
Situación judicial. La joven está alojada en la Comisaría del Menor y la Mujer y permanecerá en ese lugar hasta el inicio del juicio. En febrero, luego de que finalice la feria judicial, será sometida a las pericias psicológicas psiquiátricas que serán claves para detallar su personalidad y si está en condiciones para enfrentar un juicio oral.