Un policía fue asesinado a sangre fría en San Martín. El salvaje criminal lo ultimó frente a su esposa e hijos (tenía 6) y fue atrapado algunas horas más tarde: tenía frondoso prontuario y había sido sobreseído meses atrás por tenencia ilegal de arma, caso por el cual incluso se abrió una investigación penal contra policías sospechados de "armar" la causa. Bien, el magistrado que lo dejó libre fue nada menos que el juez de Garantías Néstor Schiavo, el mismo que afronta un juicio político por haber permitido que estuviera en su casa el violador y asesino que masacró a la familia Mansilla en Campana. Lo irónico es que el mismo Schiavo interviene ahora en el caso del asesino del policía Ricardo Ortiz y debe resolver sobre la situación del delincuente que él mismo puso en la calle, provocando indirectamente la muerte del uniformado.
Según fuentes policiales, el detenido, al que identificaron como Ariel Segundo Tello, estaba en libertad desde mayo último.
Al respecto, voceros judiciales explicaron que Tello había sido sobreseído en esa época en una causa por tenencia ilegal de armas justamente por el juez Schiavo. No obstante, las fuentes tribunalicias aclararon que Tello fue sobreseído tras una "importante y profunda investigación" a raíz de la cual "se abrió una causa penal contra los policías" vinculados a su detención, sospechados de "armar una causa presuntamente falsa".
Tello (36) fue detenido ayer acusado de matar de varios disparos a Ortiz cuando intentó identificarlo, mientras se encontraba con otras personas en actitud sospechosa dentro de un automóvil Ford Sierra color gris, en Urquiza y 33 Orientales de la localidad de Billinghurst.
Los restos de Ortiz (48) fueron inhumados ayer en San Martín. Asistió el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, quien señaló que "es un día de luto" y subrayó que Ortiz fue un "mártir que entregó su vida por la tranquilidad de la gente".
El funcionario cuestionó, además, la decisión de la Justicia de San Martín de liberar a un sospechoso que había sido detenido por el crimen al considerar que no tuvo ninguna participación en el hecho. "No me obliguen a mí a hablar ahora con la sangre caliente y sobre el dolor del muerto", dijo Stornelli.
Ortiz, padre de seis hijos, fue sepultado con los honores concedidos al personal caído en cumplimiento del deber y fue ascendido post mortem dos grados. "El hombre que disparó contra mi marido ya estuvo detenido en la comisaría de Billinghurst y tenía libertad condicional. Lo fusiló, lo mató de una distancia muy corta", afirmó Mónica Martínez, viuda del sargento.
El crimen de Ortiz ocurrió cerca ayer cuando acudió a un llamado al 911 e intentó identificar a cuatro jóvenes que se encontraban en actitud sospechosa dentro de un Ford Sierra. Cuando se aproximó al auto fue baleado a quemarropa.
Los compañeros del sargento detuvieron a uno de los agresores, un hombre de 30 años con antecedentes delictuales, que luego fue liberado. Luego, personal de la comisaría de San Martín 5ta. detuvo a Tello cuando intentaba fugarse.
Fuente: DYN