Marcos Bazán (40), uno de los dos hombres juzgados en este segundo juicio por el femicidio de Anahí Benítez (16), fue absuelto por el “beneficio de la duda” y a pesar de “la existencia de indicios”, que para el Tribunal Oral no resultaron “suficientes” para acreditar su participación en el hecho.
En el fallo de 456 páginas –al que la agencia Télam tuvo acceso–, los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora sostuvieron que no hubo una “certeza” concluyente respecto a su participación en el hecho, por lo que absolvieron a Bazán, quien fue defendido por representantes de la organización Innocence Project.
En base al “cúmulo de evidencia cargosa”, los jueces condenaron a Marcelo Villalba (46) a prisión perpetua por “robo y abuso sexual agravado por acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género (en carácter de coautor)” en perjuicio de la adolescente.
Durante el juicio, la fiscal Mariel Monti había desistido en su alegato de acusar a Bazán y solamente el abogado Guillermo Bernard Krizar, representante de Silvia Pérez Vilor, madre de Anahí, solicitó que sea condenado, pero por un delito menor.
“Las circunstancias previamente valoradas no me permiten arribar a la conclusión que Bazán hubiera participado del evento bajo estudio con la certeza apodíctica que requiere esta instancia. Asimismo, tampoco obra certidumbre negativa, a contrario de lo sostenido por la acusación pública, pues se ha acreditado la existencia de indicios, los que, sin perjuicio de no resultar suficientes, acarrean un manto de duda en cuanto a la participación del mismo”, dijo el juez Márquez en su voto, al que adhirieron sus colegas.
El magistrado recordó: “En nuestro ordenamiento penal, cuanto más se aproxima el juez o el tribunal a la sentencia, se exige cada vez más certezas y menos dudas”, por lo que “en el momento de dictar veredicto se requiere certeza positiva de la materialidad del hecho y de la autoría del imputado”.
“La duda (la probabilidad) impide una condena y obliga a un fallo desincriminatorio. No puede condenarse por sospechas. La duda implica absolución y libertad”, destacó Márquez.