El director de una editorial asesinado pidió ayuda antes de morir

“De impecable trayectoria profesional”. Así definió la Cámara Argentina de Publicaciones a Roberto Chwat, el ingeniero y director de una tradicional editorial de libros infantiles que fue asesinado este jueves en una presunta entradera en su casa de Vicente López.
Las muestras de dolor y afecto por la pérdida del presidente de Sigmar inundaron ayer las redes sociales y elevaron –aún más– el reclamo por seguridad.

Chwat, de 67 años, fue asesinado cuando llegaba a su casa de la calle Lisandro de la Torre al 1600. Según el parte policial, la víctima acababa de entrar con su VW Passat al garaje de su casa cuando advirtió que dos desconocidos se habían colado antes de que bajara el portón automático. “Entraron, entraron, llamá a la Policía”, le gritó Chwat a Amanda, su mujer, que enseguida activó la alarma. En el garaje el ingeniero recibió un balazo que le atravesó el tórax y le provocó la muerte una hora después, cuando estaba siendo asistido en el hospital Vicente López.
Los voceros señalaron que el auto de la víctima estaba chocado en la parte trasera. Al parecer, por una maniobra que intentó realizar para evitar el presunto asalto.

“No sabemos si por los gritos o porque les tiró el auto encima, pero lo cierto es que alguno de los dos delincuentes le efectuó a la víctima un disparo que ingresó por el hombro izquierdo, le atravesó el tórax y salió por uno de los omóplatos”, aseguró un investigador judicial.

Filmados. Los autores no se llevaron nada de la casa. Una cámara de seguridad instalada en la cocina de la casa grabó el momento de la huida. En las imágenes se ve cómo dos personas, de entre 20 y 30 años, salen desesperadas. Uno con una gorra con visera que corre con la pistola en la mano, y el otro con una campera de pluma y un arma similar que enseguida guarda en la cintura.
Según el registro de la cámara, los autores pasan por la cocina a las 21.27 de este jueves. Fuentes policiales indicaron a PERFIL que, al no poder salir por el garaje, los autores tuvieron que romper una puerta y saltar un cerco electrificado. En la corrida perdieron municiones
calibre 45.
Alberto Robles (54) y Cristian Trinidad (35), dos guardias de seguridad que estaban en la cuadra, fueron testigos del escape de los asesinos, aunque no pudieron
detenerlos.

Los empleados de seguridad contaron que estaban a unos 50 metros de la casa de la víctima cuando escucharon varias detonaciones. También dijeron que los agresores corrieron hacia un Toyota Corolla blanco, en el que finalmente se fugaron.
El auto apareció incendiado en la localidad de Villa Maipú, partido de San Martín. Había sido robado una semana antes en Vicente López y tenía la patente cambiada.
Los peritos determinaron que se efectuaron tres detonaciones: una con una pistola .45, que terminó con la vida del ingeniero, y otros dos (no se sabe el calibre) en el momento en el que treparon la reja y que podrían haber sido accidentales.  
 
Selva Báez (26), la empleada doméstica que trabaja de lunes a viernes en el domicilio familiar, escuchó voces y disparos pero no llegó a cruzarse con los asesinos.
En la cuadra hay seis cámaras de seguridad que están siendo analizadas por los investigadores para identificar a los tres autores (los dos que ingresaron a la casa y el cómplice que los esperaba afuera en el auto).
Chwat era ingeniero y fundador de la Editorial Sigmar. Estaba casado con Amanda Prat, quien además era socia en la editorial, y tenía dos hijas: Verónica y Carina.


Dolor, bronca y repudio en el ambiente cultural

El asesinato del director de Sigmar despertó una enorme conmoción, sobre todo en el ambiente literario. Pablo Avelluto, ministro de Cultura de la Nación, expresó su dolor y bronca en su cuenta de Twitter: “Me llena de rabia la muerte de Roberto Chwat, un hombre clave de nuestra industria editorial. Acompaño a su familia y a Sigmar en el dolor”.
La Cámara Argentina de Publicaciones también lamentó el triste episodio: “De impecable trayectoria profesional, Chwat fue una de las figuras más activas y constructivas del gremio de los editores. Hacemos llegar nuestro apoyo y nuestro cariño a su esposa Amanda y sus hijas Verónica y Carina, ante esta terrible pérdida que pone de luto a toda la familia de editores de la Argentina. Chwat fue un excelente profesional, un buen y leal amigo, y un dirigente empresarial y comunitario cuya pérdida lamentamos con profundo dolor”.

Chwat fue presidente de la comisión directiva y vice del consejo consultivo de la Asociación Religiosa y Cultural Israelita Lamroth Hakol. Desde la entidad manifestaron su dolor por la pérdida.
Los restos del ingeniero serán velados hoy a la tarde y pasado mañana inhumados en el cementerio de La Tablada.