Los detectives reconstruyeron los recorridos posibles el día del crimen. Determinaron que, a una velocidad de 40 kilómetros por hora, ir del colegio de Tomás al campo donde apareció asesinado demora ocho minutos y de ese sitio a la casa de Adalberto Raúl Cuello, tardaron otros seis minutos.
El dato es clave porque de esta manera y según los cálculos de los investigadores, a Cuello le habría sobrado el tiempo para buscar a Tomás a las 12.10 del martes, asesinarlo y estar en su casa a las 12.53, cuando ingresó a su Facebook para subir dos fotografías, su coartada.
El dato se suma a los resultados de otras investigaciones. Fuentes de la causa destacaron el análisis que se llevó a cabo a partir del teléfono celular del albañil. En su declaración él habría manifestado encontrarse lejos del lugar del crimen, pero esta coartada comenzó a perder fuerza desde que la Policía determinó que la señal de su celular fue recibida por las antenas ubicadas cerca del lugar en donde se encontró el cuerpo de Tomás.
Los investigadores en tanto tienen previsto continuar con pericias sobre el interior de los vehículos que utilizaba Cuello.
Además, la autopsia realizada al cuerpo de Tomás reveló que el chico intentó defenderse de los golpes de su agresor antes de ser asesinado.