El gerente del banco que fue asaltado en Pilar logró esconder a su pequeño hijo en el baño de la sucursal cuando llegaron los delincuentes, y le pidió al nene que se mantuviera callado durante las cinco horas que duró la toma de rehenes para evitar que fuera descubierto.
El hijo del gerente, de alrededor de 10 años, había acompañado a su papá al banco porque, según contó él mismo a la prensa, era uno de los días libres que tenía en sus vacaciones de invierno.
"Yo no vi nada porque estaba encerrado en el baño -contó el chico a la prensa-. Mi papá estaba tirado en el piso. Después vino al baño y me decía que me calle, que no haga ruido".
Al hablar con los periodistas el nene contó que "el ladrón no sabía" que él estaba escondido y que, durante la espera, "pensaba en mi papá, en si estaba bien o mal, pero no le pasó nada".
Fuente: DYN