POLICIA
El asesino de la empresaria de Nez

El inquilino: un pastelero que parecía “incapaz de hacer algo así”

Eduardo Becerra estaba considerado como "un buen vecino" en el vecindario. Tenía un trato cortéz pero parco y una vez por semana lo visitaba su hijo adolescente, aseguran quienes lo conocieron. Es el principal sospechoso por el crimen Mónica Vázquez.

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Eduardo Becerra fue, hasta poco después de las 20, el inquilino más buscado. No por falta de pago sino por el brutal homicidio de la propietaria de la casa que alquilaba, la empresaria gatronómica Mónica Beatríz Vázquez.

Según el perfil que sus vecinos de la calle Gaceta de Buenos Aires al 4200 hacen de él, "siempre fue un hombre tranquilo, muy cortéz pero bastante parco y callado".

De profesión pastelero,
y promediando los 55 años, Becerra está sospechado del asesinato de Vázquez cuyo cadáver fue hallado esta tarde en la casa de la propietaria, ubicada en la localidad de Ciudadela (ver nota principal).

"El hombre parecía bueno. Vivía con un perro y al menos una vez por semana lo visitaba su hijo de unos 21 años", relató la vecina más cercana a la casa donde se habría perpetrado el crimen.

Otra mujer del vecinadrio se acercó a los periodistas que cubrían el caso para afirmar que era “un muy buen vecino e incapaz de hacer algo así. Ahora no sabemos dónde está el perro”, putualizó.

Según cuentan en la zona donde residía, Becerra era un hombre callado, muy educado y cordial pero que tenía poco trato con los vecinos de la zona.

Becerra fue detenido por personal de la policía en un hotel del barrio porteño de Liniers. El pastelero había comprado un pasaje para viajar a la provincia de Mendoza. Será trasladado a la fiscalía para que se le tome declaración.