“Estoy buscando unos vagos para cagarle a tiros la casa a él y a la doctora Silvia”. “Necesito un par más que vayan al frente para asustar a la hija”. Según la Justicia, estos mensajes de texto fueron enviados por el intendente de La Calera, Diego Lorenzetti. Su objetivo –de acuerdo al expediente– era el diputado K Sergio Amieva. Los escritos no están vinculados con el crimen de su esposa Romina Aguilar (32), pero para la jueza resultaron clave para reconstruir la personalidad y las prácticas cotidianas del ex jefe comunal, hoy detenido y acusado de contratar sicarios para matar a su esposa.
“La planificación, ejecución y contratación por el indagado Lorenzetti de personas para la comisión de hechos delictivos, se ha visto corroborada como conducta a la que no le resultaban extrañas”, se destaca en el procesamiento, donde se detalla una serie de mensajes enviados entre noviembre y diciembre últimos.
“Hay que hacerlo renunciar a Amieva a la fuerza, estoy buscando unos vagos para cagarle a tiros la casa a él y a la doctora Silvia”, habría escrito Lorenzetti el 29 de noviembre a las 15:59, según el peritaje realizado al teléfono que la Justicia le adjudica al intendente. Dos minutos después, habría enviado otro texto: “Necesito un par más q bayan al frente para asustar a la hija” (sic). Más tarde amplió: “A la Lorena, con unos balazos a la madrugada”. El 2 de diciembre siguió en el mismo tono: “Cuando esté todo listo avisame así hago la llamada”. Poco después llegarían las órdenes: “Prendé fuego y que empiece el baile”.
PERFIL se comunicó con el diputado Amieva. “Cuando nos enteramos del contenido de los mensajes de Lorenzetti nos llamó la atención porque eran cosas que nos venían pasando, pero no sabíamos que era él”, explicó. “El mismo día que escribe el mensaje que dice ‘avisame cuando esté todo listo así hago la llamada’ nos prendieron fuego una oficina de nuestra sede. Coincide día y hora. Nosotros hicimos la denuncia, pero nunca se encontró al culpable”, acusó.
Pabellón de intendentes. Desde el 11 de marzo, Lorenzetti está preso en el Complejo N°1 de San Luis. Fue alojado en el sector de Ingresos, y está acompañado por otro jefe comunal acusado de balear a un ex empleado. “Está mal de ánimo, pero a partir de mañana (por hoy) podrá recibir visitas”, contó a PERFIL su abogado, Rafael Berruezo.
El miércoles pasado declaró un remisero. Dijo que Oliveira (detenido) y Leandro Vilchez (prófugo) le habían propuesto un trabajo por 30 mil pesos: tenía que esperarlos en una esquina mientras ellos iban a matar a una mujer. “Además, me dijeron que si algo salía mal Alberto Leyes nos sacaba porque él era el que pagaba, pero que había que decir que el que nos había mandado era el intendente”. El remisero aclaró que no aceptó el trabajo y que por eso fue amenazado. Leyes es a quien venció Lorenzetti en las elecciones y al que apuntó como ideólogo del homicidio de su esposa al hablar de un “crimen político”.