Irene Hurtig, la media hermana de la asesinada socióloga María Marta García Belsunce, no será detenida por ese crimen y podrá testimoniar en el juicio contra su marido, Guillermo Bártoli, y otras personas por supuesto encubrimiento del homicidio.
Así lo resolvió hoy el juez de garantías de San Isidro Ricardo Costa, al considerar que no se reúnen pruebas en el pedido que habían hecho los fiscales de Pilar Daniel Márquez y Leonardo Loiterstein, quienes pretendían indagar a Hurtig como supuesta coautora del asesinato.
El propio fiscal Loiterstein había admitido la semana pasada que "no tenemos prueba nueva" para fundamentar la acusación a Hurtig, que seguirá como testigo en la causa por el homicidio de su media hermana, perpetrado el 27 de octubre de 2002.
Por su parte, Hurtig había denunciado ante la Justicia a fines de abril que un llamado anónimo le había advertido sobre una presunta maniobra en su contra para acusarla del homicidio, mediante un peritaje supuestamente "truchado" y reclamó la colaboración del FBI, "un organismo que tiene la mejor tecnología mundial", para estudiar los llamados de emergencia que se hicieron cuando María Marta acababa de morir.
Los detalles de esa denuncia salieron a la luz apenas 48 horas del inicio del juicio oral por el encubrimiento del homicidio de María Marta, donde -se descuenta- el Ministerio Público reclamará que Bártoli, esposo de Irene y cuñado de la víctima, quede inmediatamente preso como presunto coautor del homicidio.
Mañana a las 10, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro comenzará a ventilar el segundo juicio por el caso García Belsunce, con varios acusados en el banquillo: el cuñado de la víctima Bártoli, los hermanos Horacio García Belsunce hijo y John Hurtig, el vecino Sergio Binello, la masajista Beatriz Michelini y el médico Juan Gauvry Gordon.
El 27 de octubre de 2007, María Marta murió en el country de Pilar y durante un mes y medio se creyó que había sido un accidente, pero la instrucción del fiscal Diego Molina Pico destapó una red de irregularidades y torpezas por parte de familiares y amigos que fueron leídos por la Justicia como claros signos de encubrimiento.
Fue por eso que Carlos Carrascosa, el viudo, fue primero sometido a juicio y terminó sentenciado. Ahora está preso como coautor del homicidio.
Fuente: DyN