POLICIA

El sospechoso rol de la ex esposa de Pérez Corradi

Sospechada por ser cómplice de los negocios ilegales de su ex marido y de visitarlo junto a sus hijos mientras el empresario estaba prófugo,Aurehhuliu tiene un rol clave en la investigación.

El sospechoso rol de la ex esposa de Pérez Corradi,  Liliana Raquel Aurehhuliu.
| Cedoc

Ella es Liliana Raquel Aurehhuliu, ex esposa del prófugo que más buscó Argentina en los últimos meses y que capturó recientemente, Ibar Pérez Corradi. Madre de sus tres hijos, sospechada de tener conocimiento del nefasto antecedente ilegal que persigue al empresario y apuntada como una posible cómplice que siempre supo dónde estuvo el fugitivo.

Los viajes fantasmas. En septiembre del año pasado se abrió la causa de la efedrina cuando Martín Lanatta, ex socio de Pérez Corradi, declaró ante la Justicia y describió una red de tráfico de armas y drogas liderada según él, por Aníbal Fernández.

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Mientras Lanatta declaraba, la familia del empresario entonces prófugo salió y volvió al país por uno de los únicos puertos por el que navegan barcos que van y vienen de la frontera compartida con Brasil y Uruguay.

Según confirma Clarín, los Pérez Corradi se fueron y volvieron del país como fantasmas, dejando únicamente registrado los horarios de partida y de llegada a la frontera compartida, caracterizada por escasos controles. 

Liliana Aurehhuliu y sus tres hijos Ibar (13), Alexia (11) y Draco (7)  partieron desde Puerto Caseros, según migraciones, en la lancha colectivo de Monte Caseros llamada Tiburón, hacia un destino que nunca fue registrado por las autoridades argentinas.Volvieron al país solo dos horas después.

También hay registros que muestran que la ex mujer del acusado de ser el autor intelectual del triple crimen viajó por el mismo puerto en otros momentos: sola en algunas ocasiones y acompañada de una pareja suya en otras.

"En su momento ella argumentó que su novio ex militar tenía que ir para allá", cuenta Alejandro Sánchez Kalbermatten a Perfil.com, abogado de la familia de Leopoldo Bina, una de las tres víctimas de General Rodríguez. 

Allanamiento y sospechas. Aurehhuliu fue investigada por ser cómplice de los enturbiados negocios de su ex marido cuando ingresó 3,7 millones de dólares en el último blanqueo de capitales de la gestión kirchnerista. 

Luego, hace unos 4 meses, policías de la DDI de San Isidro y del Grupo Halcón allanaron el domicilio donde vive la ex esposa e hijos de Pérez Corradi con un violento operativo, donde la mujer denunció que "apuntaron a los chicos" y "mataron a los perros", además de romper toda la casa y llevarse dos camionetas.

Según Aurehhuliu, dicho accionar fue "un apriete" para que Pérez Corradi "se entregue". 

"Pérez Corradi siempre volvía a la Argentina a visitar a sus hijos, y se movía por la zona norte del Gran Buenos Aires con facilidad", señaló el Secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, a la radio Vorterix.

Burzaco sostuvo que esa situación se reveló por el accionar de los servicios de inteligencia, y si bien dijo que no se puede determinar cuántas veces arribó al país estando prófugo, afirmó que fueron "varias veces".

Cuando la ex mujer fue consultada sobre si había tenido contacto con Pérez Corradi, desmintió al secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco: "Decile que está mal informado. Es una vergüenza Burzaco, jamás en 4 años Corradi ha visto a sus hijos".Y agregó: "Ni siquiera investiga, habla por hablar, es terrible, me indigna totalmente. Que investiguen bien las cosas".

Aurehhuliu consideró que "si sigue en el mismo estado que está, yo creo que en no más de una semana aparece Esteban (Pérez Corradi) muerto. A nadie le conviene que hable, de alguna forma u otra van a llegar a él. Porque no se puede confiar en nadie ahora".

La actual pareja del detenido y la ex esposa coincidieron en que Pérez Corradi no hablaba de negocios en el hogar, sino que dedicaba su tiempo a jugar con los chicos. No obstante, mientras que Aurehhuliu puso en duda su inocencia, Britez la defendió.