”Te voy a amar hasta el final”. Micaela Méndez (27), la joven detenida por el femicidio de Florencia Romano (14), estaba segura de que Pablo Arancibia (33) era el amor de su vida y no tenía pudor en hacer público ese sentimiento. En muchas de sus publicaciones en las redes sociales aparecía junto a su pareja en distintas situaciones: cenando en un restorán, besándose en la pileta, abrazados en la playa o en la cama. Tan grande era el apego que hasta llegó a cambiar su verdadero nombre de su cuenta por el de Mika de Arancibia.
Desde el martes pasado, Micaela permanece detenida junto a su pareja por un delito gravísimo, homicidio agravado por ser cometido en contexto de violencia de género, aunque su situación procesal podría cambiar si se confirma que no estuvo en su casa el sábado 12 de diciembre, cuando Florencia fue asesinada a golpes.
Por lo pronto, la joven está presa en el Complejo Penitenciario Almafuerte II. Y no la está pasando nada bien. En la madrugada pasada fue golpeada por su compañera de celda y, aunque no sufrió lesiones graves, el ataque indica que su estadía no será fácil. Es que el femicidio despertó una enorme indignación en la provincia de Mendoza, al punto que la marcha en reclamo de justicia -que se realizó este viernes- terminó con serios incidentes (ver aparte).
Volviendo a la investigación, la coartada de Micaela parece bastante sólida. El testigo que guió a los investigadores en el hallazgo del cuerpo de Florencia declaró que la mujer del acusado estuvo en su casa casi todo el sábado y no en la suya. Su versión está corroborada con una serie de mensajes que ese mismo día intercambió con Arancibia.
Según fuentes judiciales, el presunto femicida lo llamó insistentemente para que lo ayudara a descartar el cuerpo de un perro que supuestamente habían atropellado en la puerta de su casa. Después se supo que no era un animal sino el cadáver de Florencia, que estaba semicalcinado y envuelto en una manta.
Florencia conoció a Arancibia por Instagram. Y en el primer encuentro terminó muerta. Lo que suponen los detectives es que la chica fue golpeada porque resistió un ataque sexual. De hecho, un vecino escuchó el pedido de auxilio de la joven y denunció el caso a la línea de emergencias 911, aunque increíblemente la operadora le cortó y no reportó la novedad.
Las pruebas contra Arancibia son abrumadoras. El acusado reconoció que Florencia estuvo en su casa del callejón Berra y Padre Vázquez, pero dijo que por la tarde se fue y que él mismo la acompañó hasta la parada de colectivo, aunque la tarjeta SUBE de la víctima no registró más movimientos y su teléfono celular se apagó un rato antes.
Además, una cámara de seguridad lo ubicó a las 20.52 caminando con un bidón de nafta, según reveló el diario Los Andes. En el interior de su casa, los investigadores hallaron manchas de sangre y los médicos que lo revisaron detectaron que presentaba rasguños en el cuerpo compatibles con una defensa de la víctima, pese a que el acusado dijo que eran lesiones que le había provocado un gato.
Apenas lo detuvieron trascendieron una serie de mensajes que el acusado enviaba a chicas menores. Durante tres años, por ejemplo, acosó a una joven de 17 años que nunca le respondió. “Soy soltero, tengo un BMW, sin hijo”, se presentó y, pese a no obtener respuesta, siguió insistiendo hasta hace pocos días.
A diferencia de Micaela, que solía escribir largos mensajes de amor dedicados a su pareja, el acusado mantenía un perfil diferente en sus redes. En Facebook se definía como “elegante, seductor, fachero, carismático, exitoso, adinerado”.
El caso. El sábado 12 de diciembre Florencia salió de su casa en Guaymallén, supuestamente rumbo a la casa de amigas, pero en realidad se dirigió a la de la pareja detenida, en el departamento de Maipú.
Cuando la policía fue hasta la propiedad para preguntarles por el paradero de la adolescente, Arancibia reconoció que Florencia había estado allí, pero el relato no convenció y tanto él como su pareja quedaron detenidos.
La principal hipótesis de los investigadores indica que Arancibia habría intentado abusar de la adolescente y que ella se defendió. Lo cierto es que la golpeó con violencia con el puño y con algún elemento contundente.
Según el informe preliminar de autopsia, el cuerpo de Florencia presentaba lesiones cortantes, hematomas en gran parte del cuerpo y fractura nasal y de cráneo. Luego su atacante incineró parcialmente el cuerpo, lo envolvió con una manta y lo descartó.
Cinco días después, el cadáver fue hallado por personal de la Policía Científica y de la Unidad Fiscal de Homicidios en un cauce de riego cercano a un frigorífico.
El caso
◆ Florencia Romano, de 14 años, conoció a Pablo Arancibia por Instagram.
◆ Luego de intercambiar varios mensajes acordaron encontrarse, aunque ella le dijo a su familia que iba a la casa de una amiga.
◆ El sábado 12 de diciembre estuvo en su casa de Gutiérrez. Allí se presume que el acusado intentó violarla pero ella se negó y terminó asesinada.
◆ Un vecino escuchó que la chica pedía auxilio y llamó al 911, pero la denuncia no fue reportada por la operadora.
◆ Este jueves encontraron su cuerpo semicalcinado.
“Falló el Estado”, admitió el vicegobernador Abed
R.P.
El vicegobernador de Mendoza, Mario Abed, reconoció que “el Estado falló” en evitar el femicidio de Florencia y además lamentó los ataques que sufrieron el viernes por la noche la Casa de Gobierno y la Legislatura.
“Indiscutible decir que es así, el Estado falló”, sostuvo el funcionario que también hizo mención a los incidentes que se produjeron luego de la movilización en la que participaron amigos y familiares de la adolescente.
La marcha culminó cuando un grupo de personas comenzó a arrojar piedras, prender fuego y causar destrozos en los edificios gubernamentales.
“Sabíamos de esta manifestación totalmente legitima por pedido de justicia y luego este grupo de inadaptados que simplemente aprovecharon una manifestación de dolor para hacer los destrozos, son netamente antisistema, antidemocrático”, dijo Abed y agregó: “Las condolencias de todo el gobierno y de todos los mendocinos a la familia”.
Los manifestantes marcharon pacíficamente con sus carteles por las calles céntricas con dirección a la Casa de Gobierno provincial, hasta que un grupo comenzó a provocar daños.
“A estos muchachos, los que causaron los incidentes, los separo totalmente de la manifestación pacífica que se hizo, el daño más fuerte fue a la familia que jamás debe haber querido hacer esto”, señaló al respecto el vicegobernador.