En medio de un clima tenso tras la violenta crisis carcelaria que se desató en Santiago del Estero, el ministro de Justicia de la Nación, Alberto Iribarne, y el gobernador de esa provincia, Gerardo Zamora, firmaron hoy un convenio para implementar mejoras en el sistema penitenciario provincial.
Iribarne subrayó que los objetivos específicos de la política nacional respecto de las cárceles es “mejorar las condiciones de vida de las personas privadas de su libertad y promover su inclusión social cuando se reintegran a la comunidad”.
El ministro sostuvo, además, que desde la cartera de justicia los funcionarios “concebimos el accionar penitenciario como parte de la política de Derechos Humanos del presidente (Néstor) Kirchner”.
Por su parte, el gobernador Zamora viajó a Buenos Aires tras disponer ayer la intervención del Servicio Penitenciario Provincial, como consecuencia de la muerte de 32 reclusos en el penal de varones de la capital santiagueña, que anunció ayer en una rueda de prensa. Según el convenio firmado hoy con Santiago del Estero, la Nación enviará a la provincia oficiales superiores retirados para brindar asistencia técnica en materia penitenciaria.
Desde el Ministerio se informó que los expertos del Servicio Penitenciario Federal Miguel Mir, Humberto Talavera, Myriam Caro y Domingo Díaz capacitarán al personal de los penales en materia de información, seguridad y traslados, tratamiento, trabajo y producción.
Finalmente, dijo que a través de la subsecretaría de Asuntos Penitenciarios la cartera que dirige Iribarne controlará el progreso de la comisión de oficiales enviados.
Vuelta a la "normalidad". Más temprano, los guardiacárceles, médicos, enfermeros y psicólogos del Penal de Varones de Santiago del Estero se rebelaron hoy ante la llegada de las nuevas autoridades del Servicio Penitenciario Federal designadas provisoriamente por el gobernador provincial Gerardo Zamora para conducir la unidad, por lo que la Policía acudió al lugar para garantizar la seguridad. Pasado el mediodía, los trabajadores de la cárcel depusieron su actitud y el penal se encuentra en relativa calma.
Un comité que está a cargo del inspector Carlos Grassini y un grupo de colaboradores del Servicio Penitenciario Federal dialogó con los guardiacárceles, quienes se quejaron de la sobrecarga horaria y la falta de efectivos en las guardias, según informó la agencia DyN.
Por su parte, fuentes policiales informaron a la agencia Télam que debido a que los agentes del Servicio Penitenciario provincial se negaban a acatar las órdenes de las autoridades federales , acudieron al lugar efectivos de la Guardia de Infantería, del Grupo Especial GETOAR y los bomberos, con el fin de evitar desórdenes y garantizar la seguridad en el penal.
Pasadas las 12, el comisario Marcelo Camaño, jefe del Departamento Operaciones de la Policía Provincial, informó que " el personal está trabajando en forma normal". Los médicos, enfermeros y psicólogos del penal se habían sumado a la protesta del personal penitenciario.
Así lo informó la psicóloga Silvia Rodríguez, integrante de la planta del penal, quien aseguró además que hay presos armados en el interior de la unidad, que amenazaron de muerte a los trabajadores. La psicóloga denunció que por ese motivo, y en desacuerdo con las nuevas autoridades del penal y con el informe que dio a conocer ayer el gobernador que indica que el motín fue producto de un intento de fuga, todo el personal de la unidad se halla autoacuartelado.
A partir del regreso a sus puestos, los guardias comenzaron a atender a los familiares de los internos, ya que hoy y mañana es día de visita. También estaba previsto que partieran dos colectivos con familiares de los 20 preso que fueron trasladados al Penal de Colonia Pinto, a unos 40 kilómetros de esta capital, luego del motín.
Por otra parte, hoy a las 18 se concentrarán en inmediaciones del Mercado de Abasto de esta ciudad, familiares y amigos de internos que perdieron la vida en la revuelta del domingo, para marchar luego hacia la Casa de Gobierno, donde reclamarán el esclarecimiento de lo ocurrido.