El propietario de una discoteca de Castelar que abatió ayer de un balazo a un ladrón e hirió a otro cuando intentaron asaltarlo, caso por el cual hay un detenido, aseguró hoy que actuó en "un momento de locura", motivado por la "ira" que le generaron los delincuentes al amenazarlo con matar a su hermana. En tanto, un hombre que había ingresado en las últimas horas al Hospital Argerich herido de bala en el rostro quedó hoy detenido por el caso, ya que su fisonomía se correspondería con la de uno de los asaltantes que intentaron robar al empresario Federico Garacciolo disfrazados de Policías federales.
"No quiero ser ejemplo de nada. Me agarró la desesperación cuando me gritaban que iban a matar a mi hermana. No soy un loquito, soy una persona normal", afirmó Garacciolo, de 31 años, en declaraciones a radio Mitre. "Me desesperó ver a mi hermana gritando y llorando. Ni pensé que me estaban apuntando a mí. Era el arma de los tipos estos. No sé cómo la saqué..., nada, fue un momento de locura", agregó.
Por el caso, el fiscal de Morón Mario Ferrario dispuso la detención de un hombre de 32 años, residente en el barrio porteño de La Boca, quien ingresó ayer al Argerich, ubicado en esa zona, con dos disparos de arma de fuego en el rostro, pero fuera de peligro, sospechado de ser uno de los participantes en el intento de asalto.
Si bien un familiar del herido dijo que había sido baleado durante un intento de robo en el barrio de Constitución, la fisonomía del paciente coincidía con la descripción sobre los asaltantes dado a los investigadores por Garacciolo, por lo que el fiscal ordenó su detención y ahora lo pusieron bajo la custodia de un efectivo de la comisaría 24 de la Federal.
Además, la Policía identificó como Luis Alberto Santillán de 51 años y domiciliado en Parque Chacabuco, a la persona fallecida ayer al ser baleada por Garacciolo. Según las fuentes del caso, el muerto contaba con antecedentes: el 11 de octubre de 1978 había sido condenado a 10 años de cárcel por extorsión, privación ilegal de la libertad, asociación ilícita, robo y falsificación; el 24 abril del '88 le dieron cuatro años de prisión por robo calificado, en poblado y en banda en concurso real con robos reiterados. Asimismo, el 10 de abril de 1993 se le abrió una causa por robo a mano armada en un juzgado de Capital Federal y contaba con un pedido de captura que quedó sin efecto el 17 de febrero de 2002.
El hecho ocurrió cerca de las 7.30 del domingo, cuando Garacciolo, propietario de la discoteca "Brujas" de Castelar, se retiró del local para dirigirse a su domicilio, junto a su hermana mayor, en su automóvil Alfa Romeo, llevando 10.000 pesos de la recaudación. A la altura de la avenida Santa Rosa al 2100, a pocas cuadras del boliche, le cerraron el paso dos vehículos cuyos cuatro ocupantes vestían gorros y chalecos similares a los usados por la Policía Federal.
" Me di cuenta de que no eran policías. Les dije 'acá está la plata de la recaudación'. Quería irme. Los otros dos le habían abierto la puerta a mi hermana y la habían pasado al asiento de atrás", indicó el empresario. "No querían la plata, se ve que nos querían secuestrar. Me sorprende, soy un comerciante normal, no soy un súper empresario. Uno se lamenta por lo que pasó, no es algo que uno quiera. Sin embargo, uno está bien por el hecho de que está con vida", prosiguió el empresario quien dijo que desde el primer momento se dio cuenta de que no eran agentes policiales porque apenas lo interceptaron lo comenzaron a insultar.
En un momento Garacciolo comenzó a forcejear con uno de los delincuentes y logró arrebatarle el arma con la que mató a uno de ellos e hirió a otro, mientras los otros dos cómplices escaparon. "La gente que estaba forcejeando comigo me decía 'metete en el auto que vamos a matar a tu hermana'. Yo quería irme caminando con mi hermana, nada más, la plata va y viene. No sé cómo reaccioné. Me metí porque no querían que le apuntaran a mi hermana", contó el hombre.
"El primer disparo salió estando forcejeando. Hay otro (ladrón) más que está herido. Se dio todo muy rápido. Dios me ayudó y salieron las cosas bien", concluyó el empresario quien quedó en libertad porque el fiscal Ferrario consideró que actuó en legítima defensa.
Fuente: DyN