Joanna Birriel, una argentina de 24 años, oriunda de la provincia de Misiones, que llegó en 2011 a Guatemala murió el lunes al quedar en medio de un tiroteo entre bandas en una cárcel de máxima seguridad. La joven, que se encontraba allí porque había ido a visitar al excapitán del ejército guatemalteco Byron Lima, se convirtió en una de las 13 víctimas fatales del episodio.
Francisco Rivas, el ministro de Gobernación (Interior) de ese país, reconoció a la prensa que la pelea entre dos grupos rivales comenzó con el lanzamiento de una granada en contra de Lima, como parte de la disputa por el control de la cárcel.
El ataque, en el que se vieron implicados unos 25 reclusos, ocurrió cuando al menos 125 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas se encontraban en el interior del penal durante una visita a sus familiares, las que fueron evacuadas en un operativo en el que participaron mil agentes, entre policías, guardias y militares.