Familiares de Vicente Amarilla, el almacenero asaltado 34 veces que fue asesinado días atrás durante un atraco, encabezaron hoy una protesta en Hurlingham, donde un funcionario municipal les prometió gestiones para prevenir el delito pero les aclaró que "la seguridad depende de la justicia" y que "no hay presupuesto para pagar más policía".
Los vecinos llegaron hasta el edificio de Pedro Díaz 1710, de Hurlingham, exigiendo ver al intendente Luis Emilio Acuña, pero el funcionario reelecto en las últimas elecciones "está de vacaciones".
Así lo explicó el director general de Asuntos Jurídicos de la municipalidad, Gustavo Triesta, quien recibió a los familiares del comerciante luego de algunos forcejeos en la entrada de la sede comunal entre muchos vecinos que también querían denunciar haber sido víctimas del delito y demandaban respuestas.
Amarilla, un almacenero paraguayo de 55 años, fue asesinado a balazos el lunes por la noche, cuando se resistió a sufrir otro asalto. Ya le habían robado 34 veces y baleado otras cuatro. Frente a las cámaras de televisión, tratando de salvar la situación, Triesta le explicó a los familiares que "Acuña tuvo que tomarse unos días de licencia y el viernes va a estar acá", pero aclaró que lo había instruido para garantizarles que se haría lo posible para atender la cuestión.
Sin embargo, Triesta aseguró que "el municipio no tiene responsabilidad primaria en el tema" sino que "el Estado provincial debe hacerse responsable" y señaló que sí podía garantizar "presionar para satisfacer la inquietud".
"Acuña hizo la campaña prometiendo hechos. Yo quiero hechos", dijo la hija del almacenero, junto a su madre y su tía que llevaban carteles con la foto de la víctima. La joven denunció que muchos responsables de los 34 robos que sufrió su padre siguen en el barrio, a veces amenazándolos, pero el funcionario le respondió que la seguridad que pueda recibir la familia de la víctima "depende de la justicia".
No obstante, aseguró que iban a convocar a los intendentes de la primera sección electoral para combinar las acciones preventivas a seguir, junto al ministro de Seguridad provincial, Carlos Stornelli. Después de la reunión los familiares del comerciante no terminaban de conformarse, mientras otros vecinos denunciaban ante los periodistas los robos que padecieron.
Una mujer, incluso, contó que media hora antes de la marcha había sufrido un robo a mano armada a dos cuadras del comercio donde fue asesinado Amarilla, mientras otra decía que "todo el mundo sabe quiénes son los delincuentes".
"Después de que me robaran la cartera, le dije a un policía en la calle 'esos que se están yendo me acaban de robar y me contestó: señora, vaya a dormir que los muchachos están bravos'", aseguró. En ese marco, los vecinos se quejaron: "Acá nadie tiene que ver, pero alguien tiene que hacer algo. Que se acerque el gobernador Scioli entonces, que prometió seguridad. Todo el mundo sabe quiénes son pero nadie hace nada".
Fuente: DYN