“Ana, venite ya a la comisaría que me van a matar”. El mensaje fue recibido por la pareja de uno de los presos en la Comisaría 1ª de la ciudad bonaerense de Pergamino. A los pocos minutos en la seccional todo era tragedia: siete reclusos murieron en el calabozo producto de un incendio que según los efectivos policiales se habría originado tras una pelea entre dos internos.
Este pedido desesperado de ayuda no fue el único. En el día de ayer otros audios y mensajes de alerta recibidos por los familiares de los detenidos se dieron a conocer y pusieron en cuestionamiento el accionar policial. No sólo por no haber actuado para sacarlos con vida del incendio. Néstor Líber Alvarez, el abogado de la familia de Alan Córdoba, uno de los detenidos muertos, aseguró que los presos fueron reprimidos antes del incendio, según deduce de los mensajes que llegaron al celular de la madre de Córdoba. “Cuando Claudia empieza a recibir los mensajes son muy claritos. La represión era policial y era la policía la que estaba fogoneando toda la situación”, dijo Alvarez.
Nelson Mastorchio, el fiscal del caso, realizó ayer una inspección ocular en el lugar para constatar la versión de la policía y dialogó con los familiares, a quienes les pidió todos los chats para incorporarlos a la causa.
Ana fue una de las primeras personas en llegar a la comisaría después de recibir el mensaje de su marido, John Mario Chillito Claros (detenido en el marco de una causa por drogas). “Me mandó mensajes pidiéndome que lo vaya a ayudar por favor. Todos los chicos que tenían celular adentro les escribieron a sus familiares diciendo que se estaban por morir”, agregó. Chillito Claros es una de las siete víctimas junto a Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizarro, Juan Cabrera y Emanuel Latorre.
La mujer denunció que cuando se acercó a la comisaría no le quisieron dar información de lo que estaba pasando. “Los policías estaban parados en la puerta, no entraron a ayudar ni nada, los bomberos llegaron tarde y ahora van a decir un millón de cosas para lavarse las manos”, se quejó ante los medios.
Algo similar sucedió con la esposa de Emanuel Latorre, quien llegó a la seccional luego de recibir un mensaje de su pareja en el que le pedía que fuera porque lo iban a matar. “Nadie hizo nada, era abrir una reja nada más, son seres humanos y nadie los ayudó”, dijo la mujer llorando.
La investigación. La versión que dieron los efectivos que se encontraban de guardia en la comisaría dice que todo comenzó con una pelea entre los internos y que culminó cuando uno de ellos prendió fuego los colchones que estaban en el calabozo. Según narraron, la tarea de rescate de los que se estaban incinerando fue dificultosa porque los colchones trababan la reja de ingreso, que estaba asegurada con alambres.
“Esta mañana me entrevisté con todos los familiares de las víctimas y les pedí que preserven todo el material para incorporarlo a la causa”, dijo ayer el fiscal en relación con los mensajes de texto y de audio que recibieron de los detenidos.
Mastorchio comentó que ahora deberá “organizar” ese material “para tomar testimonios” a los efectivos de la Policía Bonaerense (PBA) que estaban presentes en la comisaría.
“A partir de eso iremos viendo cómo actuaron (los policías) y si hubo demoras o no de su parte con el correr de los minutos”, agregó.
En cuanto a la reconstrucción de los hechos, el fiscal confirmó que a partir de la pelea ocurrida entre dos de los detenidos, “los policías volvieron a encerrarlos en la celda” y “en señal de protesta, porque querían salir y deambular nuevamente por los pasillos, empezaron a incendiar los colchones”.
Ayer se realizó la autopsia a dos de los cuerpos de las víctimas y los resultados preliminares arrojaron que la causal de muerte fue la intoxicación por monóxido de carbono. Según informó el diario La Opinión de Pergamino, para hoy se espera conocer los resultados de la autopsia del resto de los cuerpos.