Una extraña coincidencia en una seguidilla de robos en la ciudad de La Plata llamó la atención de los investigadores del caso: los golpes ocurrían siempre los días pares. Durante los meses de junio y julio pasado una banda juvenil sustrajo decenas de autos y motos en un mismo radio, lo que llevó a los detectives a sospechar de una posible zona liberada.
Los primeros acusados comenzaron a caer y con ellos se avanzó con la pata policial: un subteniente de la Policía de Buenos Aires, que prestaba servicio en el Comando de Patrullas de la capital provincial, fue apartado de su cargo acusado de haber liberado zona y entregado armas a los menores que presuntamente llevaban adelante el plan delictivo.
“Los llevaba a robar en el patrullero. Los hacía esconder en el asiento de atrás del móvil y así los dejaba en la zona donde tenían el dato de que podían llevarse plata y un auto”, explicó un investigador acerca del rol clave del policia investigado, según publica el diario El Día de La Plata.
El efectivo en cuestión fue desafectado de la fuerza por decisión de la Administración General de Asuntos Internos de la Policía Provincial.
La sospecha de los investigadores es que esta banda juvenil contaba con blindaje policial. Lo que creen es que el subteniente investigado y un compañero de la misma división colaboraban en la logística, los traslados y “los fierros” con los que después los menores concretaban los robos.
Festival de robos. Los detectives le atribuyen a esta organización más de veinte hechos, entre ellos uno contra una pareja de jubilados que fue atacada a tiros el 8 de julio pasado, frente a su casa de las calles 518 entre 6 y 7, en la localidad de Ringuelet. El nieto de las víctimas, de 12 años, intentó defender con un palo a sus abuelos cuando fueron abordados por tres sujetos armados. Por milagro nadie resultó herido.
De acuerdo a las fuentes, el líder de este grupo sería un adolescente de 17 años apodado “Gordo Martín”, que reside en un barrio cercano al Mercado Regional de La Plata, cerca de las vías del Ferrocarril Roca.
Todos pibes. La bandita estaría integrada por menores de distintas edades: el más grande tiene 17 y el más chico apenas 13.
Los voceros señalaron que los ataques que se le atribuyen a este grupo ocurrieron en días pares, curiosamente cuando el subteniente sospechado se encontraba en servicio.
Los menores robaban autos para cometer los robos y después los abandonaban. Según se sospecha, dejaban parte del botín en la guantera del último coche que se llevaban. Ese dinero sería la parte que le correspondía a los policías por liberar la zona y hasta colaborar en la huida.