Involucran a policías de elite con un secuestro

El juicio por el secuestro de la esposa de un empresario cordobés puso bajo un manto de sospecha a hombres del grupo de elite de la policía local, que en esa época era comandado por el actual jefe de la Policía provincial, comisario Alejo Paredes. El caso, amenaza con generar un revuelo de proporciones en las altas esferas del poder mediterráneo.

El hecho sucedió el 16 de noviembre de 2006, cuando Elizabeth Palacio, esposa de un empresario metalúrgico, fue secuestrada, al igual que su hija. Para el ex jefe de la División Antisecuestros, Ricardo Ferrero, detrás de este crimen, se encuentran hombres del grupo de elite ETER, llamados en la jerga policial como "bichos negros" por el uniforme que utilizan. Son el equivalente del grupo GEOF de la Policía Federal.

Esta mañana, Ferrero declaró como testigo ante el juez José María Pérez Villalobo, del Tribunal Oral Federal Nº2 de Córdoba. Según trascendió, el ex policía "teme por su vida", En su declaración, ratificó que los policías Daniel Ángel García y Adrián Salcedo, ambos del grupo ETER, realizaron una "investigación paralela" en el caso. Lo curioso es que el hecho ya estaba siendo investigado por los hombres de Antisecuestros.

Ferrero logró detener a los tres secuestradores, pero de acuerdo a su denuncia, durante la investigación, García le "tiró carne podrida", en referencia a información errónea que hablaba de colombianos y mexicanos metidos en el secuestro. Pese a que atrapó a los delincuentes, Ferrero no fue premiado: el comisario Paredes lo trasladó a otra dependencia, hasta que fue pasado a retiro.

Un episodio mafioso oscurece la investigación. El jueves pasado, el perro de la secuestrada fue asesinado por desconocidos. Ese mismo día, un policía de Antisecuestros denunció haber sido amenazado de muerte.

Según fuentes judiciales, los hombres del grupo ETER podrían estar involucrados en la banda de secuestradores. Quien por entonces era el jefe del grupo ETER, Alejo Paredes, fue nombrado jefe de la Policía de Córdoba por José Manuel De la Sota y ratificado por Juan Schiaretti, que por estas horas busca cómo evitar que el escándalo lo salpique.