POLICIA
La confesin del crmen

La carta de Becerra: "Sabés la bestia que soy cuando me enojo"

Se conoció el texto de la carta que dejó el inquilino a su ex pareja, donde le cuenta cómo mató a la empresaria Mónica Vázquez, y asegura que se trató de un accidente. Luego cuenta que la enterró en el fondo de la casa porque no le iban a creer.

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"Me enojé mucho y vos sabés la bestia que soy cuando me enojo", le escribió Eduardo Becerra a su ex pareja en la carta en la que le confió, dos días después del crimen, que atacó a la empresaria Mónica Vázquez porque le quería aumentar el alquiler de la casa que rentaba en la localidad bonaerense de Ciudadela o echarlo, y le pedía que le entregara su confesión a la policía.

Así se desprende de la misiva de tres carillas y media que tienen en su poder el juez federal Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Carlos Stornelli, quienes hoy quisieron interrogar a Becerra en el marco de una indagatoria pero que no se concretó porque el detenido se negó a contestar preguntas.

En la carta, el pastero asegura que la mujer murió por "accidente", luego de que en una discusión porque le quería aumentar el alquiler la empujó, se rompió los dientes y se ahogó con su propia sangre. Pero la autopsia realizada al cadáver lo contradice y afirma que la empresaria fue estrangulada, informaron fuentes judiciales.

Becerra, de 66 años y único detenido por el caso, se negó a declarar esta mañana ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, pero sí se pudo conocer el contenido de la carta que le dejó a su ex pareja, llamada Stella, con quien tuvo un hijo.

Fechada el 7 de noviembre, dos días después del asesinato, Becerra señala en la misiva que "Mónica cobró su alquiler el día 2 de noviembre y vino el día lunes 5. Yo no la esperaba, vino muy enojada y me dijo que el alquiler del mes de noviembre valía 1200 pesos y que me tenía que ir lo antes posible de acá".

"Vos imaginate mi sorpresa, yo le dije que era imposible para mí pagarle ese dinero, que no podía. Tengo como 3.000 pesos en deudas y no sé qué hacer", dice la carta.

Becerra escribió que Vázquez, a quien le pagaba 600 pesos por mes, se quejó por un ficus que estaba creciendo mucho y que le iba a romper la casa y por unas baldosas negras había colocado en la cocina y que luego le dijo que tenía que irse en esa semana o lo iba a "desalojar por la fuerza".

"Yo me enojé mucho y vos sabés la bestia que soy cuando me enojo. Discutimos mucho y me insultó, me tiró una cachetada, yo le agarré las manos y la empujé sobre la silla, se cayó de boca abajo, se rompió los dientes y sangraba mucho", afirmó Becerra.

"Le dí agua, me asusté mucho y se desmayó, la sangre la ahogó y no volvió en sí, se puso morada yo no sabía qué hacer y se murió", agregó el acusado..

Entonces, según la carta, él decidió enterrar a la mujer en el fondo de la casa, porque "nadie me iba a creer que había sido un accidente".

"Sé que esto te va a hacer sufrir. Pero la vida es así, impredecible", le detalló el detenido antes de empezar a relatar el homicidio.

"Yo no voy a estar más en este mundo... no estoy loco...sí muy nervioso...te pido que le des la carta a la Policía y que Dios me perdone", concluyó el hombre.

Según las fuentes consultadas, todo el relato de Becerra será cotejado con los peritajes realizados en la casa en la que se cometió el crimen y donde la mujer fue hallada dentro de dos bolsas de residuos de consorcio negras, maniatada y con los dientes rotos.

Becerra logró colocarla allí porque la mujer medía 1,42 metros y pesaba sólo 45 kilos, explicaron las fuentes consultadas.

El imputado fue trasladado esta mañana desde la seccional 44 -donde pasó la noche- a la Unidad Penal 29, situada en el subsuelo de los tribunales de Comodoro Py 2002, de Retiro, luego de haber
sido detenido anoche en un hotel del barrio porteño de Liniers.

La captura se logró después de que el conserje del establecimiento avisó a la policía que Becerra se había hospedado sin equipaje y con su documento y verdadera identidad cuando todos ya lo estaban buscando.

Si bien cuando ingresó al juzgado comentó informalmente lo mismo que había escrito en la carta, cuando le leyeron la acusación en su contra y que la autopsia afirmaba que la muerte había sido por estrangulamiento, se negó a declarar.

El expediente será remitido en las próximas horas a la Justicia de San Martín, ya que fue tramitado en el fuero federal porteño porque comenzó a ser investigado como un secuestro extorsivo, pero luego se determinó que esto nunca existió.

La empresaria asesinada, quien vivía en el barrio porteño de Núñez y era dueña de varios estoranes, entre ellos "Dorá", en el centro porteño, fue vista por última vez con vida el lunes último y la mañana del martes sus allegados recibieron un llamado en el que les exigieron 500 mil dólares de rescate.

Pero tras conocerse que podría haber tenido un problema con un inquilino, se allanó una casa ubicada en Gaceta de Buenos Aires 4235 de Ciudadela y allí se encontró el cuerpo.

Fuente: Télam y DyN

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