Gabriela Karina Ayala, una ex modelo que se hizo famosa cuando la fotografiaron junto al productor y conductor Gerardo Sofovich durante una cena, dándole de comer en la boca, negó ante la Justicia estar vinculada a una red de narcotráfico que intentó enviar 55 kilogramos de cocaína a México.
Si bien la noticia se conoció ayer en los ámbitos judiciales, Ayala se presentó a fines del año pasado, antes del inicio de la feria judicial, para declarar por los delitos de "lavado de dinero y tentativa de contrabando de drogas" que tramita el juez federal Marcelo Aguinsky.
En su indagatoria, Ayala rechazó las acusaciones y habría culpado a su ex marido de involucrarla en el escándalo por el que está presa la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia, condenada junto a su novio y un amigo venezolano a más de seis años de cárcel.
Precisamente, las imputaciones a Ayala forman parte de la continuación de la causa que instruyó Aguinsky contra la llamada "narcomodelo" y apunta a esclarecer quiénes habrían sido los eslabones ocultos de la red de narcotraficantes que intentó enviar 55 kilos de droga a México y que fueron descubiertos en el aeropuerto de Ezeiza en diciembre de 2009.
En aquella pesquisa, se investigó el teléfono de Ayala a través de los cuales se registraron entrecruzamientos con varios de los condenados: el "arrepentido" Ariel Letizia y Nicolás Gualco, el novio de Angie Sanclemente.
Al respecto, Ayala sostuvo que una flota de siete teléfonos estaba a su nombre, pero afirmó que su ahora ex marido habría usado cuatro o cinco, informaron fuentes judiciales.
Según las escuchas telefónicas, Gabriela quedó sospechada de ser la encargada de las negociaciones con un ciudadano colombiano y de manejar grandes sumas de dinero en ese país. Incluso, en marzo del año pasado estuvo detenida por unas horas luego de que secuestraran en su casa teléfonos y agendas.
En diciembre pasado, la Unidad de Información Financiera (UIF) pidió ser querellante en el expediente que investiga la megacausa del narcotráfico y la denunció como sospechosa de lavado de dinero, pues se le atribuyó la propiedad de vehículos, propiedades y un restaurante.
Según trascendió en Tribunales, al declarar a fin del año pasado Ayala también se desvinculó de las sospechas sobre el dinero y habría apuntado a su ex marido, al dar detalles sobre el proceso de divorcio y la división de bienes. La mujer se comprometió además a adjuntar documentación para alejarse de la causa en la que figura como imputada.
La causa se reactivó tras el juicio que tramitó el Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 entre octubre y noviembre pasado, donde se ventiló el frustrado envío de la droga.
El 1 de noviembre último, el TOPE 3 condenó a casi todos los involucrados. Por ejemplo, a Angie Sanclemente y a su novio les dio 6 años y ocho meses y al venezolano Gustavo Páez Arnesen le impuso 6 años y dos meses.