El ex policía que mató a un ladrón que tenía como rehén a una joven en una estación de trenes de Florencio Varela recuperó la libertad tras declarar ante el fiscal Hernán Bustos Rivas. El caso, conmocionante por sus cinematográficas circunstancias, sacó hoy a la luz otra curiosa historia: la joven tomada como rehén, que estaba amenazada por el malviviente cuando el policía disparó y lo mató de un balazo en la cabeza, había pasado la semana pasada por otro grave peligro, saliendo también ilesa.
"La verdad que tengo serte, porque la semana pasada me tiraron del tren al robarme, y no me hice nada...", contó la chica, de 19 años, revelando con simpleza brutal como se vive en el Conurbano, el mismo lugar sobre el que el ministro de Seguridad León Arslanián muestra estadísticas para decir que el delito "sigue bajando".
Al margen de las absurdas declaraciones oficiales, que pretenden convencer a la gente de una realidad distinta a la que viven todos los días, lo cierto es que la historia de la chica es realmente estremecedora, porque en apenas una semana pasó por dos peligros de muerte y sólo por milagro la puede contar.
Uno de los oficiales de servicio de la comisaría primera de Florencio Varela informó hoy a DyN que el ex policía que mató al ladrón que tenía a la chica como rehén -al que se identificó como el sargento retirado Alberto Vallejos, de 49 años- en la tarde de ayer recuperó la libertad, sin perjuicio de la continuidad de la causa que se le sigue por el delito de "homicidio".
El ex policía estuvo detenido casi 24 horas en la comisaría primera de Florencio Varela, que tuvo a cargo las instrucciones del caso, explicó el informante a esta agencia. Según la fuente, el arma usada por el ex sargento fue enviada al departamento pericial de La Plata para que se realicen los estudios balísticos ordenados por el fiscal Bustos Rivas, cuyos resultados podrían estar esta semana. El hecho que se investiga se inició en la mañana del sábado pasado, cuando un ladrón armado con una pistola irrumpió en una panadería ubicada en la esquina de las calles Hudson y Montevideo, de Florencio Varela, en el sur del Gran Buenos Aires.
Como se sabe, el ladrón, tras reducir a la dueña del comercio y a una de sus empleadas, tomó el dinero de la caja, unos 140 pesos, y se dio a la fuga a pie, justo cuando pasaba el ex policía Vallejos, que lo persiguió corriendo. Al tratar de escapar del policía, el delincuente ingresó a la estación de trenes Zeballos, del ex ferrocarril Roca, y tomó como "escudo humano" a la joven de 19 años que citábamos, que acababa de bajar de una formación, apuntando el arma a su cabeza.
El policía se colocó frente al ladrón y su rehén apuntándole con su arma mientras le exigía que se entregara, sin éxito. En tanto, el ladrón le reclamaba lo mismo y amenazaba con matar a la joven. Fue así que el ex suboficial, al ver comprometida la situación de la chica, disparó contra el delincuente matándolo de un certero disparo en la cara, ante numerosos testigos.
Finalmente el ex policía, tras el mortal disparo, ayudó a la rehén a recuperarse de una crisis de nervios.
Se supo que hasta esta mañana nadie había reclamado el cadáver del delincuente abatido, apodado "Manotas", por lo que seguía alojado en la morgue judicial de la zona. El sargento retirado Alberto Vallejos, entre los aplausos de los ocasionales pasajeros y transeúntes, le entregó su arma a sus colegas en actividad que llegaron a la estación de trenes y fue trasladado detenido en un patrullero hasta la comisaría 1ra. Luego de cumplir con los requisitos judiciales, recuperó la libertad.
La chica contó a la prensa que "venía de la estación Ardigó, bajo en Zeballos y veo al policía que quería detener al ladrón".
"Le gritaba 'quieto, policía' y lo tiraba de la campera, pero el ladrón me agarró, me puso el arma en el cuello y le gritaba que tirara el arma o 'la mato, la mato'", relató la chica a la prensa. Pero el agente retirado "le disparó cuando el ladrón estaba por gatillarme".
El delincuente "me apretó bien fuerte y cayó conmigo", agregó la joven víctima. "La verdad que tengo suerte, porque la semana pasada me tiraron del tren, al robarme y ahora esto...", dijo la chica. Pero Arslanian tiene razón y el delito está bajando en la provincia.