Hoy se llama Sheila. Antes fueron Abril, Silvina, Lucía. Los nombres se suceden en historias horrorosamente parecidas: vidas apagadas violentamente por el maltrato extremo en el ámbito de la familia, donde debería haber contención y cuidado parental. Las familias no son necesariamente un espacio de armonía y pueden ser el lugar donde más desprotegida queda la niñez.
La violencia dentro de las familias tiene muchas veces a niñas, niños y adolescentes entre sus principales víctimas. Y el abuso sexual se extiende a la sombra de la privacidad, el desconocimiento y la desatención de quienes deberían poder leer sus señales, la negligencia y el terror.
Entre las 273 víctimas letales de la violencia de género en 2017, relevadas por el Registro de Femicidio de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia, 23 fueron niñas y adolescentes; 10 de ellas tenían menos de 12 años. Del total de femicidios registrados, en más del 90% de los casos los imputados son varones conocidos por las víctimas.
No es la pobreza la que genera la violencia, aunque muchas veces son las condiciones estructurales de marginalidad la que la esconde, como si el Estado desde sus distintos lugares posibles de intervención permaneciera indiferente a tantas violaciones de derechos. Hace falta mucho más que identificar las violencias, es imprescindible transformar las condiciones que la permiten, las sostienen y las multiplican.
¿Como proteger a una niña de su entorno familiar? Dejando de lado la idea de que la familia es siempre un lugar seguro. Acompañando el desarrollo de la niñez con educación sexual integral que significa algo mucho más profundo que las consignas con las que se quiere restringir su aplicación: es fortalecer la autonomía; valorar la diversidad y acompañar en la construcción de la subjetividad; transmitir el concepto de intimidad y proteger la propia y la de los demás generando espacios de confianza con referentes a quienes recurrir cuando el lugar “seguro” es la peor de las pesadillas.
*Abogada. Directora ejecutiva de ELA – Equipo Latinoamericano de Justicia y Género.