POLICIA
El jefe de un clan feroz

Liberaron al secuestrador y asesino Arquímedes Puccio

El juez de Capital Federal, Sergio Holgado, dio por cumplida la "reclusión perpetua" que recibió por los crímenes de los empresarios Ricardo Manoukian, Emilio Naum y Eduardo Aulet

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| Diario Uno

Arquímedes Puccio, el jefe de la banda familiar que secuestró y asesinó a empresarios en su casa en los años '80, volvió a quedar en libertad y, tras pasar la noche en un templo evangélico de la capital pampeana, viajó hacia la ciudad de General Pico en busca de "tranquilidad" antes de volver a Buenos Aires. Así lo señaló a DyN el pastor Héctor Villegas, quien anoche ocultó a Puccio dentro de su vehículo para sacarlo de la prisión y lo cobijó en la sede de un templo evangélico de uno de los barrios más carenciados de la capital de La Pampa.

El ex líder del clan durmió en un pequeño salón junto a seis personas en colchones ubicados sobre el suelo, en el salón contiguo al humilde templo, donde sólo hay una mesa de tablones y un calefactor. El pastor Villegas dijo a esta agencia que "por ahora lo único que necesita y quiere Puccio es tranquilidad", y señaló que "su idea es volver a General Pico y luego de permanecer allí por unos días, se marchará a un campo de la provincia de Buenos Aires que es propiedad de un amigo o bien a San Isidro, lugar por el que tiene un afecto especial".

Este mediodía, Puccio se dirigió a la sede local del Banco Hipotecario para cobrar sus haberes del Servicio Penitenciario Federal y luego almorzó pizzas junto al pastor Villegas y fieles de la iglesia Biblia Abierta, de la cual se hizo miembro durante su estadía en La Pampa. Fueron esos fieles los que en todo momento cubrieron a Puccio de la prensa, incluso cuando por la tarde el anciano abordó un viejo Renault 12 blanco que lo llevó hasta General Pico, donde planea instalarse temporalmente hasta recobrar fuerzas tras la muerte de su hijo Alejandro, que lo afectó profundamente, dijeron a DyN las fuentes consultadas.

Puccio, de 79 años, quedó anoche en libertad condicional luego de que el juez de Ejecución penal de la Capital Federal, Sergio Holgado, diera por cumplida la reclusiòn perpetua (25 años) en su contra (contabilizando un tramo de la condena bajo la ley del dos por uno).

Fue así que Puccio salió de la Unidad Penal 4 de Santa Rosa, adonde había llegado en 2004 luego de perder el beneficio de la prisión domiciliaria porque una cámara televisiva lo había registrado saliendo a hacer las compras. Hace sólo unos días, a fines del mes pasado, el apellido de Puccio había vuelto a ser noticia: fue cuando se supo que Alejandro Puccio, el hijo de Arquímedes, que era rugbier y que fue condenado como cómplice de la banda aunque él siempre negó su participación, había muerto a los 49 años como consecuencia de una infección generalizada luego de pasar los últimos ocho meses en libertad condicional.

Entre 1983 y 1985, la banda liderada por Arquímedes -que en 1973 estuvo vinculado al entonces ministro de Bienestar Social, José López Rega, quien fue jefe de la Triple A- secuestró a los empresarios Ricardo Manoukian, Emilio Naum y Eduardo Aulet, los mantuvo cautivos en la casa familiar y terminó asesinándolos pese a que había cobrado los rescates.

También secuestraron y mantuvieron cautiva a Nélida Bollini de Prado, pero el lunes 23 de agosto de 1985 los efectivos de la Policía Federal allanaron la casona ubicada la esquina de Martín y Omar y 25 de Mayo de San Isidro y consiguieron rescatarla con vida. Finalmente, la Justicia condenó a reclusión perpetua a Arquímedes Puccio y a 13 años de prisión a Daniel "Maguila" Puccio, el otro hijo, quien se fugó y no cumplió la pena. A Alejandro se lo condenó a prisión perpetua; en 1997 quedó en libertad condicional tras ser revocada su pena y 30 meses después volvió a la cárcel.

En tanto, en 2003, Arquímedes Puccio ya había superado los 70 años y solicitó el beneficio de la prisión domiciliaria, una figura que se aplica para los detenidos mayores a esa edad con delicadas condiciones de salud. Sin embargo, un programa de TV lo filmó fuera de su casa, y había testimonios de vecinos que contaban que paseaba habitualmente por el barrio de El Talar de Pacheco, a raíz de lo cual el beneficio le fue revocado. Así fue nuevamente arrestado y el 25 de setiembre de 2005 fue enviado al Correccional Abierto de General Pico, pero durante su estadía allí salió una tarde hasta una despensa que estaba frente al penal de régimen abierto y robó dos sobrecitos de sopa, que escondió en un bolsillo de su sobretodo.

El propietario del comercio lo advirtió y lo denunció sin saber que era Puccio, y así en agosto de 2005 perdió sus privilegios y recayó en la Unidad Penal 4, de Santa Rosa, conocida como Colonia Penal, donde terminó de cumplir su condena con normalidad.

Fuente: DYN