POLICIA
Por quÉ dejaron de ser un lugar seguro

Los countries, un blanco delictivo que crece en medio del aislamiento obligatorio

Hubo nueve golpes armados en barrios privados del conurbano Norte y Sur. Cuatro de ellos ocurrieron en los últimos diez días. Escasa inversión y falta de guardias.

20200703_countries_delitos_cedoc_g
Diez días. En ese lapso distintas bandas robaron en La Montura (arriba), Greenville (abajo), Pilar Green Park y Tiempos de Canning. En todos los casos actuaron hombres armados y tomaron rehenes. | cedoc

Hace rato que los countries dejaron de ser un lugar seguro para vivir. La escasa inversión en tecnología y la reducción de guardias y personal para bajar el valor de las expensas los convirtieron en un blanco fácil y atractivo de las grandes bandas. Desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, hubo al menos nueve golpes armados en barrios de la zona norte y sur del conurbano bonaerense. Y cuatro de ellos, se registraron en los últimos diez días. 

El último caso ocurrió el martes 23 de junio a las 3 de la madrugada en el country La Montura de Pilar, ubicado en la avenida Patricias Argentinas y Checoslovaquia, de la localidad bonaerense de Pilar. Tres delincuentes armados y encapuchados asaltaron a un empresario que se dedica a la elaboración y comercialización de alcohol en gel, a su esposa de 49 años y a sus dos hijos. La principal sospecha es que ingresaron después de saltar el muro perimetral de alambrado. Increíblemente la alarma no se activó y los vigiladores no advirtieron nada extraño en el sistema de cámaras de vigilancia. Suena increíble, pero en los countries no todo es lo que parece. 

“Menos del 5 por ciento invierte en mantenimiento”, asegura Guillermo Valls, gerente comercial de ALARI Seguridad Perimetral. “Son condiciones previstas en el presupuesto original pero cada vez que vas a atender un servicio técnico, en cada nota de visita, abajo va el reclamo que indica que tiene que desforestar la zona tal o limpiar en la zona 6 y 7. Todo eso depende del cliente. Y el incumplimiento es enorme”, destaca.  

El sábado 20 de junio cinco delincuentes disfrazados de policías llegaron hasta el puesto de guardia del Pilar Green Park (Las Amapolas y Los Amarilis) con una falsa orden de allanamiento.  

“Abrí la puerta pensando que era la policía, pero en realidad eran ladrones, estamos muy desprotegidos”, reconoció Carlos Mendoza, el dueño de casa, en declaraciones a C5N. A diferencia del caso anterior, esta banda llegó con un plan estudiado y sabiendo de antemano a qué casa debían ingresar.   

Dos días después hubo otro golpe comando. Fue en el country Tiempos de Canning (en la ruta 58, a la altura del kilómetro 14.5), en el partido de Esteban Echeverría. Los autores redujeron a los empleados de seguridad que estaban en la garita y desvalijaron las tres casas que estaban ocupadas. Como es un barrio en desarrollo todavía no tiene cámaras, un dato que probablemente los delincuentes conocían. 

Entraron a las 9 de la noche y se retiraron dos horas y media después. Se llevaron de todo: dinero, celulares, notebooks, televisores, parlantes y hasta los autos de las casas que asaltaron. 

“Llama la atención que en Tiempos y Pilar Green Park fueron operativos comando, con hombres vestidos de policías que llegan al portón o al puesto de control y reducen a los guardias”, dice a PERFIL el licenciado Daniel Banda, presidente del Comité Argentino de la Asociación Latinoamericana de Seguridad (ALAS), y explica que eso pasa por “falta de tecnología”. 

“La tecnología –agrega– permite que cada uno de ellos aporte reportes de eventos, con texto, video, audio. Cada vecino es una cámara y un micrófono que suma información esencial. Hay que usar tecnología. Tenés que usar push, notificaciones del celular, cosas que hoy son las más utilizadas para estas cuestiones cuando no tenés tiempo de llamar. De 100 countries, por ejemplo, 99.9 no pueden hacer un anuncio masivo a todos los habitantes. Las guardias no avisan intrusión básicamente porque no pueden hacer 300 llamados”.  

Panic room. En la localidad de Hudson ocurrió un hecho curioso que marca un cambio de paradigma en la seguridad de los countries: un empresario, que reside en el exclusivo Greenville, decidió construir una habitación blindada para refugiarse ante una eventual situación de robo. La estrenó el pasado domingo 20 de junio pasado cuando cinco delincuentes entraron a su casa después de reducir a dos vigiladores privados. 

La panic room revela que los residentes ya no confían en la seguridad de las empresas que elige la administración. Algunos contratan personal extra que se encargue de vigilar su domicilio y otros enrejan las ventanas y refuerzan las cerraduras de las puertas para evitar una visita inesperada, algo impensado unos quince años atrás. 

“En los countries grandes, donde hay gente con mucho poder adquisitivo, ves que algunos tienen su propia seguridad dentro de su predio, además de la seguridad del barrio. Son casos excepcionales porque a ellos la seguridad del predio no les alcanza. Tienen su cerco, su visualización y un hombre adentro”, explica el abogado Raúl Castro, especializado en Derecho de la Propiedad Horizontal y Conjuntos Inmobiliarios, y en Seguridad Privada. 

Sobre el tema de las rejas señala que “los reglamentos de construcción de los conjuntos inmobiliarios prohíben” su colocación de rejas “por una cuestión visualización porque están pensados bajo un sistema que tiene un montón de componentes, donde uno de los más importantes es la seguridad”. “Ahora, llamativamente, en ese no se invierte. Se presta atención en ‘no poner la reja’ cuando eso después te deja a expensas de lo que pase en el entorno”, afirma.   

En cuanto a la repetición de casos en la pandemia, los especialistas coinciden que “no hubo más casos que en el año pasado” cuando no existía el aislamiento social y preventivo. “No creo que haya diferencia”, apunta Valls. “Lo que sí vemos es un nivel de abandono o de falta de recursos porque muchos están preocupados con el tema de bajar las expensas”, refiere. 

Castro destaca que en los barrios “no existe un previo análisis de la situación de seguridad producida por profesionales” que digan que las cosas que quizás sí aplican para un barrio determinado no sirven para otros por distintos factores, como las vías de acceso o la distancia con una dependencia policial. 

“Algunos te dicen ‘no me hables de inversión’ -ejemplifica Banda- y después descubrís que está todo al revés o que no está hecho. Creen en soluciones mágicas, que la inseguridad se resuelve con aumentar la cantidad de policías adicionales o empleados de seguridad, pero si no se dan cuenta que la tecnología es esencial en esto se va a complicar mucho más”. 

Parece básico, pero cuando el principal fin pasa por recaudar, no importa por dónde venga el recorte. Sin inversión ni mantenimiento, los countries pueden ser tan inseguros como cualquier barrio abierto.

 

Acento extranjero

Uno de los golpes más espectaculares registrados en lo que va de la cuarentena obligatoria ocurrió en el partido de La Plata, cuando diez delincuentes armados irrumpieron en el barrio privado Las Huertas, ubicado en las calles 148 y 501, en la localidad de Gorina. 

Los autores ataron y amordazaron a los guardias que estaban en la garita y luego ingresaron en dos casas. Los movimientos fueron grabados por las cámaras de seguridad del predio. 

Los testimonios de las víctimas coincidieron en que alguno de los ladrones tenían acento extranjero. Además, dijeron que cubrían sus rostros con capuchas y que llegaron con linternas.

Actuaron con violencia: para entrar a una de las viviendas tuvieron que romper una ventana. Ya en el interior golpearon a una de las víctimas.  

Se llevaron un botín estimado en medio millón de pesos.

 

Últimos casos

◆ El domingo 20 de junio hubo dos golpes: en el exclusivo Greenville de Hudson y en Pilar Green Park. 

◆ El 22 de junio nueve hombres robaron en tres casas del country Tiempos de Canning. 

◆ Un día después tres encapuchados robaron en La Montura de Pilar.