POLICIA
dudas en torno a su busqueda

Los otros tres miembros del clan que hace un año escapan de la Justicia

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Ariel Máximo Cantero no es el único prófugo de Los Monos: otros tres integrantes permanecen en la clandestinidad. Fuentes policiales aseguran que “se los busca pero que no hay novedades”, mientras otros desconfían de que realmente estén tras sus pasos.

La familia Cantero ganó el control de la zona sur de Rosario hace una década. Desde entonces incrementaron su patrimonio personal hasta que, aparentemente, una nueva lucha entre bandas los dejó al descubierto. Por lo menos éstos son los lineamientos que sigue la Justicia que investiga a Los Monos desde el asesinato de Martín “Fantasma” Paz y la posterior detención de parte de la banda, el 30 de mayo de 2013, cuando cayeron dos de sus líderes: Máximo “Guille” Cantero y Celestina Contreras.

Los que lograron escapar ese día fueron Ramón “Monchi” Machuca y Ariel Máximo Cantero. Al igual que Mariano “Gordo” Salomón, sindicado como el encargado de invertir en el comercio legal parte del dinero que recaudaba la banda con el negocio ilegal. El cuarto prófugo es Juan Ramírez, que para la Justicia cumplía el rol de sicario. Este último fue capturado el 15 de enero pero sólo estuvo preso nueve horas. “Lo estamos buscando pero todavía no hay novedades”, dice a PERFIL la comisaria de la Unidad Regional II de Policía, Mariel Arévalo. “Es una persona peligrosa que está acusada de matar a un chico en la puerta de un búnker. Sabe esconderse y hasta creo que nadie lo busca”, opinó uno de los abogados de la defensa y continuó: “Al igual que con el viejo Cantero, todos dicen que está en la zona de islas pero nadie se fue a fijar”.

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Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad, Héctor Acuña, destacó que “la sociedad tiene la sensación de que la Justicia es ineficiente y basta con destacar que Monchi apareció en una entrevista –donde se burló de los investigadores acusándolos de que no pueden encontrar ni a los amantes de sus mujeres– y desde el gobierno decidieron enviar un veedor judicial al canal para que chequee si el prófugo estaba ahí, cuando era obvio que era una entrevista grabada”.