Escuchas telefónicas, mensajes de texto y los testimonios de amigos y testigos son los principales elementos de cargo que deberá refutar en los próximos días la defensa de Iván Fontán, el joven detenido por tirar una bengala en el recital de La Renga, que según la fiscal que investiga el caso sería la que terminó con la vida de Miguel Ramírez.
Una de las pruebas más contundentes que dice tener la Justicia son los mensajes de texto que el joven de Ingeniero White envió a Sergio Coccaro, uno de los asistentes de la banda de rock, al que conocía. “Y lo de cobarde que se lo metan en el culo. Aguante la richieri yo no quiero amistad con la renga. Esta todo bien igual que sea lo más leve para todos. Ese pogo es un verdadero canibalismo galáctico del que yo fui parte. La culpa la tuve yo”, confiesa Fontán en uno de los mensajes a los que tuvo acceso PERFIL. En otro sms se puede leer: “La culpa la tuve yo, me hice canción!”. Además de asumir su responsabilidad, Fontán le pide en otro mensaje el contacto con los padres de la víctima. “Sergio pasame el número de los padres de Miguel”.
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