El portero Jorge Mangeri cumplirá mañana dos años preso en el penal de Ezeiza, acusado de ser el asesino de Angeles Rawson. Y esta semana empezará a resolverse su futuro porque ya se llegó a la instancia final del juicio que lo tiene como único imputado. Quienes comparten con él sus días en la cárcel aseguran a PERFIL que “está expectante” por la próxima audiencia de alegatos y que “no sale de su pabellón”. Ocupa su tiempo en estudiar y limpiar, aunque todo hace indicar que su estadía será bastante prolongada.
Con la declaración del hermanastro de Angeles, Axel Opatowski, se cerró el debate oral, y el próximo miércoles comenzaran los alegatos. El portero está acusado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y femicidio agravado. Se estima que la querella pedirá perpetua, mientras que la defensa del portero apuntará a una absolución.
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La noche del 14 de junio de 2013, Mangeri pasó de ser un importante testigo a ser el principal sospechoso. La madrugada del día siguiente fue llevado esposado al penal de Ezeiza. Fue alojado en el pabellón H, del módulo 1. Uno de los guardiacárceles que lo recibió declaró en el juicio que el portero de Ravignani dijo que se trató de un “accidente”. Mañana se cumplen dos años desde que Mangeri ingresó a la cárcel. Según fuentes penitenciarias, el acusado tiene buena relación con sus compañeros, aunque no habla demasiado y ocupa su tiempo en el limpieza del pabellón. “De vez en cuando va a buscar apuntes para terminar el secundario”, contaron. “Casi no habla de la causa, pero estos días se lo vio expectante por lo que va a pasar”.
