Marche preso por tocarle la cola a una mujer

Un tribunal oral condenó a dos años y un mes de prisión de cumplimiento efectivo a un hombre que en julio del año pasado le tocó la cola a una mujer a la que intentó seducir en las inmediaciones de Plaza Italia.

La decisión de ese cuerpo judicial de enviarlo a la cárcel fue argumentado en que el imputado t enía antecedentes y estaba purgando una condena a prisión en suspenso.

El tribunal oral número 25, integrado por Alfredo Imbrogno, Carlos Binda y Rodolfo Bustos Lambert, resolvió la condena mediante el mecanismo de juicio abreviado, mediante el cual la fiscalía y el imputado acuerdan la pena.

La condena recayó sobre Armando Correa Lahore, imputado de “haberle tocado desde atrás, por encima de sus ropas y contra su voluntad, uno de los glúteos a una mujer el 20 de julio de 2006 en la avenida Santa Fe en su intersección con la calle Borges de esta ciudad”.

El hecho ocurrió en cercanías de Plaza Italia y Correa Lahore fue detenido poco después en la estación de servicio Lava Autos Palermo, ubicada en las calles Thames y Charcas.

Abuso sexual simple. Según reconoció el ahora condenado, abordó a la mujer y tras halagarla por su belleza la invitó a concurrir a su casa, pero ante la negativa que recibió por respuesta intentó forzarla: “Ahora vas a ser una nena buena, te vas a portar bien”, tocándole con sus manos por sobre la ropa uno de sus glúteos.

La mujer consiguió huir y alertar a la Policía, que poco después, tras una recorrida por la zona, logró apresar al agresor.

Llegado a la etapa de juicio oral, el acusado pactó con el fiscal general Horacio Michero la condena de un año de prisión efectiva por el delito de “abuso sexual simple”.

La figura del "abuso sexual simple" es la actualización legislativa del viejo "abuso deshonesto" que condenaba al que realizara "tocamientos inverecundos" a una mujer sin su consentimiento.

La escala posible de sanciones (prevista en el artículo 119 del Código Penal) es de seis meses a cuatro años de prisión si el abuso se cometió, como en este caso, "aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción".

A la cárcel. Como el abusador tenía otras dos condenas previas, una a nueve meses de prisión en suspenso por “robo simple en grado de tentativa”, y otra a cinco meses, también en suspenso, por “robo simple”, la condena fue unificada a dos años y un mes de cárcel, que el condenado deberá purgar.

Cuando las penas son menores a tres años, por lo general son de cumplimiento condicional, pero cuando -como en este caso- los hechos se repiten, las condenan en suspenso pueden convertirse en efectivas.

Lo poco usual del caso es que un condenado acepte, mediante el mecanismo de juicio abreviado, una condena que implique que deberá pasar un determinado tiempo en prisión.

La condena fue decidida el 20 de diciembre pasado y leída a las partes poco antes de la feria judicial de invierno.

Fuente: Télam y DyN