Fue una noche de tensión la que se vivió en la Comisaría Segunda de Quilmes, ubicada en la localidad de Bernal, con un motín de los 23 presos que estaban alojados en esa sede, incluso provocando un incendio en el sector de los calabozos que afortunadamente no dejó heridos. Según indicaron familiares de los presos, que se reunieron en las afueras de la comisaría cuando trascendió la noticia, "ya no aguantaban más las condiciones de hacinamiento que había en el lugar".
Como respuesta a la grave situación planteada, las autoridades policiales convocaron con premura a los bomberos, que desde afuera extinguieron las llamas evitando que pudieran producirse serias consecuencias para los propios amotimados, mientras que enseguida llegaron representantes del Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires y se resolvió que los presos fueran trasladados a otras sedes de detención. Las autoridades de la comisaría indicaron que los traslados no se debían a las presiones de los presos con el motín "sino a los daños que había producido el incendio en la zona de los calabozos, lo que obligaba a derivar a los detenidos a otros lugares para proceder a los trabajos de reparación de las instalaciones".
Esta madrugada, entonces, la fila de las unidades de traslado de detenidos se veía ante la sede policial de la calle 25 de Mayo 87, de Bernal, para que el traslado de los presos terminará con una situación que había mantenido en vilo a la zona durante varias horas.