La banda de narcotraficantes desbaratada en la ciudad rionegrina de Cipolletti, en cuyo poder fueron secuestrados 150 kilos de cocaína impregnados en prendas de vestir, operaba bajo la fachada de una supuesta iglesia evangélica y organizó un falso viaje de oración a Bolivia para traer la droga.
El hombre que tenía alquilada la vivienda de la calle Namuncurá, de Cipolletti, donde se encontró la cocaína, decía ser pastor de la "Iglesia de Dios".
Se trata de Daniel Trujillo, de 31 años y de nacionalidad chilena, quien fue detenido en esa ciudad rionegrina junto a su hermano y un ciudadano colombiano, también sindicados miembros de la banda, agregaron los voceros.
Los tres detenidos en Cipolletti fueron atrapados por efectivos de Operaciones Federales de Drogas Peligrosas de Policía Federal, al mando del comisario Miguel Castro, quienes secuestraron en esa ciudad 150 kilos de cocaína impregnados en 200 kilos de prendas de vestir y una camioneta Hyundai en la que la droga fue llevada a Río Negro desde Bolivia.
Esa camioneta fue aparentemente empleada para realizar hace algunas semanas una excursión religiosa a La Paz con 12 pasajeros ajenos al verdadero objetivo del viaje: traer a la Argentina la carga de droga oculta debajo de un doble piso.
Los tres apresados en Cipolletti se suman a un cuarto detenidos en nuestro país, Raúl Sánches Zabala, de nacionalidad colombiana y apodado "El Químico", atrapado el 9 de este mes en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza cuando planeaba abordar un vuelo a Holanda, dijeron las fuentes.
En Chile fueron arrestados cuatro sindicados integrantes de la organización y en Bolivia otros dos, quienes quedaron a disposición de la justicia de sus respectivos países.
Los acusados atrapados en la Argentina permanecían esta mañana alojados en la alcaidía de la Superintendencia de Drogas Peligrosas para ser indagados por el juez federal de Lomas de Zamora Jorge Santamarina, a cargo de los operativos.
En la localidad bonaerense de El Jagüel los pesquisas identificaron a una mujer presuntamente ligada a la banda que no fue detenida por el momento por falta de pruebas.
El rumano y el químico. La banda, según las fuentes, era liderada por un hombre apodado "El Rumano", quien se encuentra preso en una cárcel federal de Chile, desde donde aparentemente dirigía todas las operaciones de narcotráfico.
Esas comunicaciones fueron interceptadas por la división antinarcóticos de los Carabineros chilenos y son las que habrían permitido desbaratar la organización y llegar a la detención de "El Químico", experto en impregnar telas con cocaína.
Las maniobras de los narcotraficantes fueron abortadas, según estiman los investigadores, unas pocas horas antes de que parte de la banda trasladara la cocaína a otro país.
Si bien inicialmente los pesquisas creían que la droga iba a ser traficada a Chile, por algún motivo la banda cambió de planes y decidió suspender esa operación y enviar a uno de sus hombres a Holanda.
Se sospecha que el destino final de la droga era un país europeo, hacia donde sería enviada por avión, aunque se ignora desde dónde y cómo, dijeron las fuentes.
Los investigadores estiman que la droga incautada podía tener un valor comercial cercano a los cuatro millones de pesos.
Según dio a conocer el comisario Castro, las investigaciones se iniciaron a fines del 2006, cuando una agencia internacional antidrogas informó sobre una investigación iniciada en Chile de una organización de traficantes de cocaína trasnacional que era dirigida desde una cárcel chilena por un rumano.
"Tanto la agencia informante como la policía de Chile, comunicaron que dicha organización tendría ramificaciones en Buenos Aires y que éstos tendrían la intención de enviar una gran cantidad de cocaína a Europa, vía marítima", dijo Castro.
Según el jefe policial, "se pudo establecer que la organización contaba con una mujer domiciliada en la localidad bonaerense de Ezeiza que mantenía visitas con el detenido en la cárcel chilena y que tenía como rol realizar las transacciones comerciales necesarias para llevar a cabo una exportación vía marítima al viejo continente".
Se determinó que integrantes de dicha organización radicada en Chile decidieron instalar dos bases operativas de trabajo, una en la provincia de Río Negro y otra en la ciudad de La Paz, Bolivia.
Ante tal circunstancia, las autoridades judiciales chilenas mantuvieron contacto con sus pares argentinos y bolivianos a fin de implementar una cooperación internacional recíproca.
Así se pudo saber que el martes pasado se iba a realizar una "entrega controlada" del material estupefaciente, que fue abortada por los federales.
Simultáneamente, policías de antinarcóticos de Chile, efectuaron siete allanamientos en distintas ciudades trasandinas donde quedaron detenidas cuatro personas.
En Bolivia, otras dos personas fueron detenidas acusadas de pertenecer a dicha organización.
Fuente: Télam