Los vecinos de Escobar, al ver a la esposa del difunto se alteraron y reprobaron su presencia en el lugar, algunos, incluso gritaban "un malandra menos", en referencia al asesinato de González.
En declaraciones a La Nación, la esposa del ladrón muerto comentó: "No justifico lo que hizo, pero no era para que lo matarán así. Le pegaban en la cabeza. Le rompieron dos costillas y un pulmón".
Astrid Passaban, que compartía un hijo de tres años con Brian González dijo no saber que su marido estaba robando, si no que "sabía que hacía changas de albañilería". Por último, sostuvo que "así no se mata ni a los animales".