Tres de los cuatro condenados a prisión perpetua por el llamado triple crimen de General Rodríguez intentaron fugarse del penal de Sierra Chica, pero el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) frustró la evasión, según informaron hoy fuentes judiciales.
El intento de fuga fue de los hermanos Christian y Martín Lanatta, de 38 y 39 años, y Marcelo Schillaci, de 32, y se registró el viernes, según lo comunicó oficialmente el Servicio Penitenciario al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes que en 2012 los condenó por los homicidios de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.
Fuentes judiciales indicaron que los reclusos "ya habían limado y desmontado una de las rejas del pabellón y ocultaron el trabajo con cal para que pasara desapercibido y ocultos en la celda estos internos tenían tres celulares".
El 20 de diciembre de 2012 ese tribunal de Mercedes condenó a prisión perpetua a los Lanatta y a los también hermanos Marcelo y Víctor Schillaci (31) al considerarlos "partícipes primarios" de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas".
El fallo fue recurrido y el 29 de noviembre de este año fue confirmado por la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense. Para los jueces de primera instancia que les aplicaron la máxima pena, el móvil de los homicidios estuvo vinculado con la intención de las víctimas de ingresar al negocio del tráfico de efedrina.
Ello, entendieron los magistrados, ponía en riesgo el negocio de Martín Lanatta y, principalmente de su socio, el empresario Ibar Esteban Pérez Corradi, acusado como presunto autor intelectual de la masacre y que aún continúa prófugo.
Durante el juicio se constató que el 13 de agosto de 2008 las tres víctimas fueron obligadas a arrodillarse y terminaron ejecutadas por la espalda de varios balazos.
Sus cadáveres, conservados en un freezer, fueron arrojados en un zanjón del partido bonaerense de General Rodríguez, donde aparecieron seis días después del crimen.
Esos asesinatos destaparon el caso de la llamada "mafia de los medicamentos", una vasta red de corrupción sobre venta y falsificación de remedios, caso por el cual -incluso por derivaciones del tema central- varios acusados serán sometidos a juicio oral.
En el marco del caso estuvieron preso el ex sindicalista bancario Juan Zanola; su esposa, Paula Aballay, ex directiva del Policlínico Bancario (POBA), y el empresario Néstor Lorenzo, entre otros.