POLICIA
la declaracion judicial de mariela grajales

'No somos delincuentes', dice la colombiana presa por narcolavado

El 17 de octubre quedaron detenidos los dosúltimos miembros de la familia MartínezGrajales, que viven en Argentina.

Presa. “Doña Mariela”, la última integrante de la familia en caer.
| Cedoc

El pasado 17 de octubre, quedaron detenidos los dos últimos miembros de la familia Martínez Grajales, que viven en Argentina. Se trata de Mariela Grajales Gómez y su último hijo varón que quedaba en libertad: Reymond Antony Grajales. Sus hermanos, John Eduard y Fabián Andrés, fueron arrestados hace un año.

La familia Grajales está sospechada de participar en una organización dedicada al tráfico de estupefacientes y lavado de activos que operaba en Nordelta. En la misma causa, están procesados Jesús Antonio Yepes Gaviria y su mujer, Claudia Celis.

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En la indagatoria, “Doña Mariela” contó que, luego de la muerte de su esposo, en 2002, “nos mudamos a la Argentina buscando tranquilidad y paz, ya que en Colombia había sido secuestrado mi hijo y temíamos por nuestra seguridad”. “No somos delincuentes sino personas de bien”, aseguró la mujer, que pidió no ir presa –actualmente está en el penal de Ezeiza– “porque tengo tiroides y soy la única que se ocupa de visitar a mis hijos y llevarles comida”.

“El nivel de vida que llevaban está justificado. Recibieron una herencia del esposo fallecido de Mariela y en Colombia tienen una empresa inmobiliaria y varias propiedades. Viven de rentas. Ellos traen el dinero desde Colombia para acá y lo hacen limpiamente mediante transferencias bancarias. Sólo Mariela realizó en un año operaciones por 1.400.000 pesos. Además, traían dinero cada vez que viajan a Colombia. Por viaje se puede ingresar 10 mil dólares por persona”, explica Jacqueline Arias Malatesta, abogada de la familia colombiana procesada por narcolavado.

“De las sociedades que tienen acá están registradas a su nombre, realizaron declaraciones juradas y de ganancias. La casa del country Santa Catalina donde vivían todos es alquilada y tienen dos autos. ¿Dónde está el lavado?”, se pregunta la abogada. “Esta causa tiene evidentes inconsistencias”, asegura.

“Pese a que está demostrado con la documentación que se presentó en el expediente, la Justicia y la UIF aún no entienden cómo mis clientes mantenían ese nivel de vida y ellos no se explican por qué están presos”, indica Arias Malatesta. “Tampoco se entiende por qué, sin ninguna prueba nueva, detienen a Mariela y a Antony. Creen que hay peligro de fuga, Mariela tiene a todos los hijos presos, ¿a dónde se va a ir? Hablan también de “entorpecimiento de la investigación, si no hay nada más que investigar. La detención es excesiva”, considera la letrada.

“Queremos ir a juicio –continúa– porque el juez Alberto Santamarina hace caso omiso a todo lo que le presentamos. Lo único que nos queda es plantear todo a un tribunal que nos escuche. Ninguno de los procesados pudo ejercer su derecho a defensa. Toda la causa está sustentada en escuchas que no son reales, son todas recortadas y acomodadas para poder meter presas a estas personas”.