Ocho personas fueron detenidas acusadas de participar en el crimen de Jorge Gustavo Kuirots, el ex preso que apareció asesinado y calcinado en el baúl de su auto BMW en la localidad de El Palomar, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
Las detenciones fueron concretadas en una estación de servicio abandonada, ubicada en Marconi 2035 de El Palomar, donde los investigadores están convencidos que la víctima fue asesinada cuando fue a cobrar una deuda producto de actividades delictivas.
Los expertos de la Policía científica realizaron en el lugar la prueba de "luminol" y encontraron rastros de sangre lavada en varios ambientes de la estación de servicio que ahora está convertida en una especie de casa tomada y que está a sólo 15 cuadras del sitio donde apareció el auto incendiado con el cadáver de Kuirots en el baúl.
Los investigadores llegaron hasta ese lugar a partir de la declaración de varios testigos, entre ellos, allegados a Kuirots, que sabían que la víctima había ido a encontrarse allí con una persona que "le debía dinero de actividades ilícitas", según explicó un jefe policial.
El procedimiento estuvo encabezado por el fiscal de la causa, Mario Ferrario, y detectives de la Delegación de Investigaciones (DDI) de Morón. Al encontrar los rastros de sangre, el fiscal dispuso la aprehensión de urgencia de todos los habitantes de la estación de servicio.
Se trata de cuatro hombres y cuatro mujeres, todos mayores y de nacionalidad paraguaya, que esta mañana iban a ser indagados por el fiscal Ferrario para determinar cuáles de todos los sospechosos participaron del crimen.
La autopsia había revelado que Kuirots murió asesinado a puñaladas en el cuello, tórax y abdomen en otro lugar y que luego fue llevado en el baúl de su auto hasta el sitio donde lo prendieron fuego con nafta para borrar evidencias.
Si bien hay que aguardar que los análisis confirmen que las muestras levantadas gracias al "luminol" pertenecen a la sangre de la víctima, los pesquisas están convencidos de que esa estación de servicio fue la escena del crimen.
Kuirots, de 34 años, estaba domiciliado en Escobar y actualmente se dedicaba a la compra y venta de autos en forma particular.
El hombre era un ex presidiario que en septiembre de 2005 recuperó la libertad tras cumplir condena en una causa por piratería del asfalto en la zona sur. Desde el inicio, los investigadores orientaron la pesquisa hacia "un ajuste de cuentas".
Su cadáver calcinado en un 70 u 80 por ciento fue encontrado el lunes por la noche dentro del baúl de su automóvil, un BMW 325 gris, que se incendiaba en la calle Juan Manuel Giuffra, entre General José M. Bustillo y Gualeguay de El Palomar, partido de Morón. Junto al cuerpo se encontraron una pistola calibre 11.25, un cuchillo y dos teléfonos celulares.
La identificación de la víctima fue dificultosa porque su rostro y sus manos -para huellas dactilares-, estaban calcinados, no había documentos de la víctima y el auto estaba a nombre de otra persona.
La concubina de Kuirots fue quien al ver en los noticieros de televisión el auto de su pareja acudió a la Policía y lo identificó por algunos objetos.
Sin embargo, para la identificación oficial se espera un examen de ADN y un cotejo de la piezas dentales.
Fuente: Télam