El anciano de 81 años que el 2 de marzo del año pasado asesinó a su esposa de un escopetazo acaba de ser condenado a cadena perpetua por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de La Matanza, haciendo lugar al pedido del fiscal de la causa. .
El tribunal presidido por Franco Fiumara e integrado por Jorge Multedo y Gerardo Gayol dio a conocer su veredicto minutos después de las 13.30 en la sede de Entre Ríos 2795 de San Justo, como estaba previsto.
Martín Pezzano fue condenado por ser el autor del "homicidio calificado por el vínculo" de su esposa Elda Genaio, de 78 años, para quien el fiscal de juicio de La Matanza Sergio Antín había pedido la pena máxima.
La defensora oficial Analía Gaggero reclamó que Pezzano fuera absuelto al considerar que es inimputable porque padece una demencia senil o, subsidiariamente, planteó circunstancias extraordinarias de atenuación para que en vez de la perpetua sea condenado de 8 a 25 años, al argumentar que la mala relación con su esposa lo llevó a cometer el crimen.
Charco de sangre. El caso ocurrió alrededor de las 8 del 2 de marzo del año pasado, en una vivienda ubicada en la calle Pizzurno 370, de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.
Hasta allí llegó una comisión policial llamada por familiares del matrimonio Pezzano, quienes denunciaron que el jubilado había asesinado de un escopetazo a Genaio.
En esa casa sólo vivían Pezzano y su esposa y fue el propio imputado quien aquella mañana llamó por teléfono a un amigo para contarle que acababa de matar de un escopetazo a su mujer, y que él había intentado suicidarse.
La Policía encontró a Genaio sentada en una silla en el living de la casa, asesinada de un escopetazo, que le arrancó parte del cuello, a la altura de la yugular.
El cadáver tenía completamente ensangrentada su ropa, había un gran charco de sangre en el suelo y tejidos del cuerpo en las paredes.
En la mesa del living, la Policía encontró el arma homicida, una escopeta y tres cartuchos servidos.
Los investigadores encontraron otros dos disparos de escopeta en el techo y gran material desprendido.
"Me mandé la macana". Pezzano fue encontrado sentado en la parte trasera de la vivienda, entre el lavadero y la cocina, y quedó inmediatamente detenido.
El jubilado nunca declaró judicialmente en la causa, aunque el día de la detención les confesó a los policías que había matado a su mujer y que luego quiso suicidarse.
El policía que detuvo a Pezzano declaró en el juicio que mientras lo esposaba, Pezzano le dijo: " Ya está, ya está, me mandé la macana".
Un amigo que acompañó a la hija del matrimonio al lugar del crimen declaró que el imputado le dijo: " Estaba cansado de que me maltrate, de que hablara mal de mi hija y nieta; y bueno, pasó esto, agarré la escopeta y la maté".
Los investigadores determinaron a partir de las declaraciones de familiares y vecinos que el matrimonio atravesaba una crisis y estaba desgastado.
Fuente: Télam