Un hombre que prendió fuego a su mujer, a sus hijos y a su suegro, finalmente fue atrapado por la Policía.
Los hechos ocurrieron el día 28 de enero de 2006 en la calle Murguiondo 1441, en el porteño barrio de Mataderos, cuando después de una discusión familiar, Ariel Moya roció con querosén a su mujer, a sus hijas y al suegro. Encendió un fósforo y se los arrojó.
En medio de la confusión, las victimas con ayuda de los vecinos fueron auxiliados y salvaron sus vidas. Las niñas, en ese entonces, tenían 20 días y 2 años.
El acusado aprovechó para escapar desapareciendo de todos los lugares que solía frecuentar y se escondió en la ciudad de Córdoba, en donde tiene familiares.
Tomo intervención del caso el Juzgado de Instrucción 31, que dispuso la investigación a los detectives de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina.