La madre de Priscila Lafuente y su pareja, sospechosos del crimen de la niña de 7 años perpetrado en el partido bonaerense de Berazategui, se negaron hoy a declarar ante la Justicia, que contaría con elementos de prueba comprometedores para la pareja, sospechada de haber asesinado a la nena.
Según los datos de la autopsia conocidos en las últimas horas, Priscila fue asesinada a golpes y quemada parcialmente en una parrilla para encubrir el homicidio. El homicidio habría sido el viernes, por traumatismo de cráneo, mientras que el sábado por la mañana se habría intentado quemar el cuerpo, estableció la autopsia.
Las sospechas indican que la mamá de Priscilla, Beatriz Lafuente, habría sido la responsable de la golpiza y que, al comprobar la muerte de la nena, tanto ella como su pareja habrían llevado adelante maniobras para deshacerse del cuerpo: lo habrían arrojado a una parrilla y luego lo habrían trasladado en un cochecito de bebé hasta el predio donde finalmente se hallaron los restos.
En este marco, ambos sospechosos, que están detenidos, se negaron hoy a declarar ante el fiscal Carlos Riera, a cargo de la causa, quien ya contaría con testimonios que señalan que la nena, indocumentada y sin escolarizar, era maltratada por su madre, con quien vivía desde hace dos meses luego de que ganara el juicio de tenencia que mantenía con el padre biológico de la chiquita.
Paliza. Según el portal Infojus, Beatriz Lafuente admitió en la DDI de Quilmes la autoría del crimen, aunque una confesión en ese lugar no tiene validez judicial.
"Había golpeado a la menor y al despertar al otro día constató que se encontraba sin vida, por lo cual decidió llevarla a una parrilla que se encuentra en los fondos de la vivienda, rociarla con kerosene y prenderla fuego, colocándola posteriormente en una bolsa y arrojándola al arroyo" en Berazategui, informó el portal.
El fiscal Riera ordenó la detención de la mujer por el delito de homicidio calificado agravado por el vínculo, y la de su pareja, el expolicía de la Federal Pablo Visconti Verón, acusado de encubrimiento.
En la casa familiar se encontraron ropas manchadas con sangre, pelos y un cochecito de bebé que habría sido utilizado para trasladar el cadáver; también se recolectaron muestras en la parrilla de ladrillos de la vivienda.
Pruebas. Según fuentes allegadas a la causa, existe una prueba fundamental: una filmación que registraron las cámaras de una estación de servicio donde se vería a la madre, su pareja y dos hijos en el trayecto que va de la casa familiar hasta el lugar donde se encontró el cadáver.
Uno de los menores, señalaron esas fuentes, habría ido "cargando a un bebé" y el otro habría llevado "un carrito de bebé, el cual se hallaba tapado con una manta".