POLICIA
el lunes dictaran la prision preventiva

Rugbiers: la fiscalía aseguró que el crimen de Fernando fue premeditado

En la imputación, la fiscal Zamboni determinó que los jóvenes acordaron matarlo: “Ahora, afuera, vamos a ver quién gana”, dijeron en el boliche.

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Involucrados. Los diez jóvenes rugbiers de Zárate están implicados en el asesinato, según el informe y los peritajes. | cedoc

A la espera de las inminentes prisiones preventivas para los diez rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa (18) a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell durante la madrugada del 18 de enero, la fiscalía que investiga el hecho dio a conocer ayer un adelanto de sus argumentaciones, en las que se deja de manifiesto la responsabilidad de los implicados y su clara idea de darle muerte a la víctima. “Adentro pegaban de atrás, ahora afuera vamos a ver quién gana”, se destaca en el escrito redactado por la fiscal Verónica Zamboni, haciendo una descripción del hecho una vez que indagó a los detenidos.

“Esa frase les gritaron los imputados al damnificado y sus amigos una vez que se cruzaron dentro del recinto bailable, y antes del ataque final”, le contaron a PERFIL fuentes abocadas a la investigación. En su pesquisa, Zamboni detalló que todo ocurrió “pasadas las 04.41 y previo a las 05.00, en la intersección de Avenida 3 entre el Paseo 102 y la avenida Buenos Aires, cuando dos hombres –identificados luego como Máximo Thomsen y Ciro Pertossi–, quienes habían acordado previamente darle muerte a Fernando Báez, se abalanzaron sobre este para agredirlo de manera física, primero por detrás y todo en forma premeditada”, con la única finalidad de asesinarlo.

Además, señaló que todo sucedió “en la vía pública” y “en circunstancias en que Báez Sosa se hallaba junto a unos amigos en la vereda situada frente a Le Brique, siendo que previamente se había suscitado un altercado con la víctima en el interior del citado bailable”. Haciendo hincapié en esa pelea, redactó que “los sujetos agredieron al damnificado y provocaron que los patovicas del lugar echasen por un lado a la víctima y por otro a los agresores”.  

Añadió que “minutos después, ya afuera”, los deportistas procedieron a “abalanzarse sobre Fernando y las personas que lo acompañaban, para comenzar a propinarle golpes de puño en el rostro el primero de los sujetos activos citados (Thomsen), provocando que el agredido cayera al piso inconsciente”. En ese estado, indefenso, “y con el fin de darle muerte, le patearon la cabeza causándole lesiones corporales, en particular lesiones internas y externas que le provocaron su deceso en forma casi inmediata, al generarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a traumatismo grave de cráneo”.

De acuerdo a la acusación de la fiscal, testigos oyeron la arenga que dijeron los rugbiers al iniciar el ataque: “¿Ahora qué pasa que estamos afuera? Adentro pegaban de atrás, ahora afuera vamos a ver quién gana”.

Intento de fuga. Zamboni sostuvo que “ambos sujetos activos” –por Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19)– “contaron para cometer el hecho con la necesaria intervención de otros nueve sujetos”, ya que por entonces se sospechaba que el remero Pablo Ventura estaba involucrado, aunque luego se supo que había sido acusado falsamente por los verdaderos responsables, y ya se encuentra sobreseído. Los otros imputados mencionados fueron Enzo Comelli (19), Ayrton Viollaz (20), Alejo Milanesi (20), Matías Benicelli (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Juan Pedro Guarino (19) y Blas Cinalli (18). Para la fiscal, todos “acordaron” el crimen, “facilitando y posibilitando su comisión al resultar superiores numéricamente y al rodear a la víctima y a sus amigos entre todos”. A la vez, puntualizó que los asesinos impidieron que Fernando “pudiera defenderse” por sí solo “e incluso que sus amigos pudieran hacerlo, al ser también agredidos, recibiendo golpes en el cuerpo”. Por último, destacó que tras el ataque los implicados “se dieron a la fuga del lugar para lograr su impunidad”.

Las prisiones preventivas aún no fueron elevadas ante el juez de Garantías 6 de Dolores, David Mancinelli, quien cuando las tenga contará con cinco días para definir la situación procesal de los diez imputados. Por lo que este medio pudo saber, se mantendría la carátula de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”, que prevé la prisión perpetua.

La vida en la cárcel. Los rugbiers, oriundos de la ciudad bonaerense de Zárate y jugadores del Club Náutico Arsenal, se mantienen detenidos en la Unidad 6 de Dolores, donde ya pasaron 11 de los 21 días que llevan presos.

El jueves recibieron las visitas de sus familiares y, bajo un profundo hermetismo, se supo que se encuentran angustiados y no ingieren la comida del penal, sino la que reciben cuando los van a ver sus allegados, quienes les llevan bolsos refrigerantes para que toleren los 322 kilómetros que separan una localidad de la otra.

Aislados del resto de la población carcelaria, juegan a las cartas en la celda que comparten los diez y hablan entre ellos, además de sostenerse cuando alguno se quiebra. “Están solos, asustados y algunos lloran”, aseguran, y agregan: “A menudo son visitados por médicos y psicólogos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)”. En tanto, transcendió que habrían pedido “una PlayStation y un aire acondicionado” para su celda, aunque eso no fue confirmado por el SPB. Como tampoco fueron corroboradas ciertas conductas que se les atribuyen a los deportistas, y que van de los malos tratos a los guardiacárceles (a los que tratan con desprecio, diciendo que son empleados suyos porque ellos les pagan con sus impuestos) hasta quejas por el trato que reciben: “No nos respetan, no nos dan los derechos que tenemos. Nos tratan como ratas y nos quieren matar. No se puede ni cagar tranquilo”, habría dicho uno de ellos.

Si bien no se cruzaron con los otros internos, y no deberían hacerlo, estos gritan desde sus pabellones frases como “¿dónde están los rugbiers?”. Sin embargo, no será mucho el tiempo que sigan en Dolores ya que cuando el proceso quede firme los trasladarán a Campana, con el fin de que estén más cerca de sus familiares, como la normativa judicial indica.