Ya son cinco los detenidos por el crimen de Campana: Darío "el sordo" Vera y su esposa Miryam Aquino se entregaron en la comisaría segunda de José C Paz por su presunta vinculación con el cuadruple homicidio de la familia Mansilla Robago.
Así, mientras esta eran velados los restos de los chicos en un cementerio de Moreno, se se sumaron al principal imputado, Angel Fernández Rosales (41 años), su hijo Cristian (24) y su hermanastro Jesús Cáceres (47). Todos ellos están presos y son investigados por los secuestros y homicidios de Marcelo Mansilla (41), su esposa Sandra Robago (39) y sus hijos Milagros (8) y Agustín (11), perpetrados el jueves 24 y viernes 25 de julio pasado, en apariencia por venganza.
La hipótesis principal es que el matrimonio habría denunciado a Fernández Rosales y a su hijo por un robo cometido en la casa de un vecino del barrio Los Polvorines, lo que habría derivado en el procesamiento del joven. Sin embargo, apareció la teoría de la "venganza pasional", ya que la mujer asesinada podría haber tenido un vínculo sentimental con su victimario, versión que los familiares de Sandra Robago rechazaron.
Fernández Rosales estaba condenado a 25 años de prisión por una violación seguida de muerte, pero gozaba de la libertad domiciliaria con una tobillera electrónica como sistema de control por resolución del juez de Garantías de San Martín, Nicolás Schiavo, quien tiene una larga lista de antecedentes en liberar a violadores y otros criminales condenados.
"Voy a tratar de hablar mañana con el juez y le diré que tiene que tener en claro que el interés y la seguridad pública también están en juego", anticipó esta mañana el ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal. Frente a las cámaras de Canal 13, el funcionario también reclamó a los magistrados que sólo otorguen la libertad controlada por medio de pulseras magnéticas a "embarazadas, ancianos o enfermos terminales", ya que es una medida de acción "humanitaria".
Ese sistema "de las pulseras tiene que ser analizada y revisada" porque "no fue concebido para casos" como el de Angel Fernández Rosales, opinó en consecuencia el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández. Este tipo de reclusión es "para casos leves: señores mayores, mujeres en condiciones de embarazo o con chicos, y situaciones muy particulares, pero siempre de delitos de menor cuantía, para quien no representa un peligro para la sociedad", dijo el ministro a Radio América.
Schiavo le otorgó el arresto domiciliario a Fernández Rosales en febrero de 2007, pero recién le colocaron la tobillera electrónica 13 de julio de 2007, porque -al parecer- por "falta de cupo" no había de dispositivos disponibles.
En cuanto a la trama del múltiple crimen, Marcela Fernández Rosales, hermana del principal imputado, acusó a su cuñada, Estla Maris Cáceres, de ser "la instigadora" y sostuvo que "ella tiene que estar presa, porque fue la impulsora de ésto", pues "le tenía celos a Sandra" Robago.
"Yo espero que mi hermano y mi sobrino se pudran en la cárcel", dijo la hermana del principal sospechoso a Radio Continental, aunque pidió localizar a su cuñada que "armó todo esto por celos, es la culpable de todo esto, es muy mala y le inculcaba a mi hermano estas cosas horribles, espantosas que hizo", según dijo.
"Nada que ver, ellos tenían relación como todo vecino", afirmó Miriam Rabago, hermana de la mujer asesinada, a la vez que negó una posible relación entre Sandra y Fernández Rosales. En ningún momento su hermana le confió tener miedo o sentirse perseguida, señaló Robago a la prensa. Por último, sostuvo que se acababa de enterar que la esposa de Angel Fernández "hizo abandono del hogar con sus hijos" y que sería buscada por la policía como presunta partícipe o instigadora del crimen.
Fuente: DyN