El peritaje psicológico al que fue sometido Facundo Macarrón determinó que esconde una importante agresividad encubierta. El estudio detectó que en la personalidad del joven -principal imputado por el homicidio y abuso sexual de su madre, Nora Dalmasso- se pueden detectar elementos compatibles con el uso de la mentira, rasgos fabulatorios, y tendencia a la confabulación, mecanismo infantiles y omnipotentes que buscan de alguna manera confirmar la realidad de sus deseos.
A un año del asesinato de la empresaria, en su casa del barrio Villa Golf de Río Cuarto, cuando la causa sigue sin avanzar, los datos de la pericia psicológica cobran especial relevancia. El fiscal Javier Di Santo manifestó que la pericia aportó elementos importantes para la causa.
El documento, al que tuvo acceso PERFIL, indicó que no se detectaron elementos concluyentes que hagan pensar en la existencia de componentes parafílicos en la personalidad de Facundo, de 20 años, como así tampoco tendencia a las adicciones de sustancias psicotónicas.
Marcelo Brito, abogado defensor de Facundo, consideró la pericia como “no válida” y se mostró conforme, ya que en la misma no se presentan “rasgos psicopáticos ni perversos”.
Los peritos describen que Facundo “impresiona como un joven lúcido, culto y amable y con un refinado manejo discursivo, mecanismo utilizado tanto para impactar y seducir al interlocutor como también para poner distancia a modo de defensa intelectual”.
En las entrevistas realizada durate la pericia, Facundo se mostró en su discurso frío y distante, sin mayores connotaciones afectivas, excepto por el enfado ante su imputación, remarcando que uno de los grandes daños, fue la exposición mediática de su homosexualidad.
“En los rasgos generales de las figuras parentales se visualiza la exigencia de logros y la búsqueda de éxito y reconocimiento social, cobrando especial valor la apariencia externa, por sobre los vínculos afectivos y de contención emocional”, remarca el estudio.
“Mi papá quería que perteneciera a ese grupo de elite...yo me escapaba de esa burbuja, pero no me animaba a decirle por temor a que él indague en mi vida, en mi homosexualidad, no quería desilusionar a ninguno”, confesó Facundo ante los profesionales.
“No puede descartarse que el examinado, ante un estresor de importancia, experimente reacciones explosivas, lo cual luego de la descarga posiblemente tienda a ser rápidamente negada”, concluyeron los especialistas.