Lucio Maldonado (37), un prestamista de dinero y armas vinculado a la narcobanda de Los Monos, fue ejecutado a tiros en la ciudad de Rosario el 13 de noviembre de 2019. Junto a su cuerpo, los policías santafesinos hallaron un pedazo de cartón con un mensaje que decía: “Con la mafia no se jode”. Dos años después, y a pocas horas de que siete miembros de la organización criminal recibieran una dura condena por una serie de atentados y amenazas contra jueces y fiscales (ver aparte), una nota con esa misma frase apareció a un costado de los cadáveres de dos jóvenes de 22 y 18 años.
Brian Molina (22) y Dylan Valenti (18) fueron ejecutados a tiros en una calle de tierra, ubicado entre la avenida Uriburu y Las Palmeras, cerca de la empresa Clean City y del Parque Industrial de Pérez, en el límite oeste entre la ciudad de Rosario y la localidad de Pérez.
Los cuerpos estaban en medio del camino cuando un móvil policial llegó para corroborar la denuncia de una mujer que llamó a la línea de emergencias 911 este viernes 1° de octubre a las 7 de la mañana. A unos metros encontraron un VW Surán con las puertas abiertas, en la que se presume llegaron las víctimas hasta que fueron atacadas a tiros.
Según las fuentes, Molina y Valenti habrían sido asesinados entre las 23 y 23.30 del jueves. La sospecha se basa en la versión aportada por un lugareño que asegura haber escuchado al menos tres detonaciones de arma de fuego a esa hora y el sonido del motor de una moto.
“Ambos cadáveres presentaban heridas de armas de fuego, todos disparos a corta distancia. En la escena del crimen se encontró una nota escrita a mano en un papel que dice: ‘Con la mafia no se jode’”, informó Alejandro Ferlazzo, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos que quedó a cargo del caso.
Ferlazzo detalló que los disparos estaban “en la zona superior del cuerpo y cabeza; uno tiene tres y el otro dos”. Sobre la mecánica del ataque aseguró que llegaron hasta el camino “en el auto de uno de ellos, según pudo reconocer el padre de una de las víctimas”. “Por las evidencias recolectadas –remarcó el funcionario judicial–, entre ellas nueve vainas servidas secuestradas, creemos que los hicieron bajar para ejecutarlos afuera del vehículo”.
Con este doble asesinato, ya son 177 los crímenes ocurridos en el Departamento Judicial de Rosario en lo que va del año. En principio, la principal hipótesis de trabajo que manejan los investigadores apunta a un crimen mafioso, que podría tener relación con alguna interna narco entre las organizaciones que pelean por el control del negocio de la droga.
Dolor. El hombre que mencionó el fiscal que dirige la investigación es Ramón, papá de Brian, quien lógicamente se mostró conmovido y desconcertado por el destino trágico que tuvo su hijo.
Según manifestó, el chico de 18 años era su único hijo y trabajaba con él como pintor. No tenía antecedentes delictivos. “No sé qué pudo haber pasado, por qué le pasó esto a él. Venía todos los días conmigo a trabajar. No tenía problemas con nadie. Hasta ayer estaba tranquilo, no se sentía perseguido”, aseguró el hombre en el lugar donde fueron hallados los dos cuerpos.
De acuerdo a su versión, Brian salió de su casa el jueves por la noche, cerca de las 21, pero una hora después dejó de responder mensajes y llamadas.
“No pude dormir en toda la noche porque él siempre contesta mis mensajes y llamados. Estaba muy preocupado porque es un chico que no tiene problemas con nadie, nunca fue detenido, nunca ingresó a una comisaría”, explicó Ramón.
El hombre contó que se enteró por los medios de la aparición de los cuerpos y ante la falta de noticias de su hijo se acercó al lugar y descubrió que una de las víctimas era Brian.
Rubén aseguró a la prensa que no conoce a Dylan Valenti, el otro joven que fue ejecutado a tiros. “No tengo ni idea quién es el que estaba con mi hijo. Me llamó recién su madre por teléfono, que no sé cómo consiguió mi número”, explicó.
“¿Cuándo va a terminar esto? Que los jueces vengan y me digan de los derechos humanos de los que están en la cárcel. Se tienen que pudrir ahí. Ahora cómo hago que no tengo más a mi único hijo”, reclamó.
Una frase que se repite
El mensaje que advierte “con la mafia no se jode” también fue hallado en dos de los ataques a tiros contra jueces y fiscales y que recientemente llevaron nuevamente a juicio a siete integrantes de la narcobanda rosarina Los Monos, entre ellos a uno de sus cabecillas “Guille“ Cantero.
En diciembre de 2018, en uno de atentados, dejaron una nota similar que llevaba la firma de Esteban Lindor Alvarado, otro narco enfrentado al clan Cantero.
Cuatro meses antes un cartel similar fue dejado en el edificio baleado donde vivió una jueza que condenó a Los Monos.
Los investigadores del doble crimen no descartan que el caso tenga relación con la banda de Los Monos y no con la reciente condena a los siete acusados.
Este jueves “Guille “Cantero recibió 22 años de cárcel por siete de los diez atentados investigados.
Además, el mismo tribunal condenó a 20 años a Matías César; a la misma pena a su exnovia Lucía Uberti; y a 12 años y seis meses a Daniel “Teletubi” Delgado.
El resto de los acusados también fueron condenados: Leandro Olivera a 11 años; Leonel Fernández a 8 y Damián Chávez a 7.